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Los rebeldes libios se ceban con los civiles

Un informe de HRW revela que las tropas de Bengasi también cometen abusos contra la población

Una casa quemándose en Al Qawashi
Una casa quemándose en Al Qawashilarazon

 «Los ataques violan las órdenes de las fuerzas rebeldes libias de no agredir a los civiles ni dañar las propiedades de la población», admite el coronel El Moktar Firnana, aunque también reconoce que , «si no se hubieran dado dichas directrices, los rebeldes hubieran quemado estos pueblos en su totalidad». La organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW) ha realizado un informe en cuatro localidades tomadas por los rebeldes al oeste de Libia en el cual denuncia saqueos, incendios premeditados y hasta palizas y llama a los opositores a «proteger tanto a civiles como a hospitales».

Los antigadafistas «deberían parar y castigar todos los abusos rebeldes», indica Joe Stork, subdirector de HRW para Oriente Medio y el norte de África. Por ejemplo, en Rayayinah, donde la zona oeste fue usada por las tropas de Muamar Gadafi para bombardear Zintán, días después de ser capturada, testigos contaron a HRW como los rebeldes golpearon e incluso dispararon a un civil que simpatizaba con Gadafi. «Vi tres casos, pero hay más. Llevaban las muñecas atadas con un cable polvoriento y habían recibido una paliza. Uno perdió dos dedos del pie porque un rebelde le disparó. Estaban llenos de cicatrices. La mayoría ha abandonado la zona». Hay que tener en cuenta que Rayayinah ya sufrió a los gadafistas quienes, durante abril y mayo, saquearon, arrestaron a los rebeldes y quemaron sus hogares.

El coronel Firnana defiende a los suyos frente a HRW al indicar que las violaciones son consecuencia de que las víctimas eran simpatizantes del Gobierno de Trípoli. «Los que se quedaban en los pueblos trabajaban con el Ejército», justifica.

Sin embargo, no hay excusa para saquear hospitales. Tanto en Rayayinah como en Al Awaniya, HRW observó el vandalismo en sus centros médicos. Un doctor anti Gadafi reconoció que participó en uno de los saqueos en Al Awaniya. «Estaba muy bien equipado, prácticamente nos llevamos todo. Los rebeldes dijeron que en Zintán estaría el hospital central para la zona».
La guerra de Libia se encuentra en un estancamiento preocupante y muchos civiles han optado por huir. Primero, sufren los intensos bombardeos y –si salen ilesos– los abusos y venganzas posteriores de las fuerzas de ambos bandos. Desde el inicio del conflicto, más de un millón de personas ha abandonado el país. Mientras que en Estambul se celebra la cuarta reunión del Grupo Internacional de Contacto sobre Libia, en el que 40 países y representantes de organizaciones debaten cómo lograr que Gadafi deje el poder, en Al Qawalish los rebeldes se atrincheran después de que el miércoles perdieran el recién recuperado control.

 HRW estuvo allí la semana pasada, cuando capturaron la estratégica localidad. Vieron cómo rebeldes, algunos armados, llenaban una camioneta con productos saqueados. También encontraron cinco casas incendiadas, que el día anterior a que las tropas gubernamentales se rindieran estaban intactas. «Las fuerzas de la oposición se mostraron comprometidas con los derechos humanos. Estos abusos son alarmantes», explica Stork. «La preocupación aumenta en los pueblos tomados en los que la población apoyaba a Gadafi».

El Gobierno español, que reconoce a los rebeldes como «los representantes legítimos», recibirá el jueves al «primer ministro» del Gobierno rebelde, Mahmud Jebril.

 

El plan suicida de Gadafi para «volar» Trípoli
El dictador libio quiere hacer saltar Trípoli por los aires si los rebeldes llegaran a hacerse con el control de la misma, según ha señalado el enviado especial de Rusia para Africa, Mijail Margelov. «El primer ministro libio en Trípoli me dijo: ‘‘Si los rebeldes ocupan la ciudad, la cubriremos con misiles y la haremos saltar por los aires"», según ha contado en una entrevista al diario «Izvestia». Margelov expresa sus dudas de que las fuerzas leales a Muamar Gadafi se estén quedando sin munición, como han sugerido informes de EE UU. Aunque «en teoría» el régimen podría tener falta de munición para sus tanques y fusiles, «tiene bastantes misiles y explosivos».