Gobierno de España
Una larga conversación por Martín Prieto
Dicen los viejos y los sabios que el amor humano o es una larga conversación o se convierte en pavesas. Trasladándolo a una política de oscuridades, traiciones y rendiciones anticipadas, eso lo entiende cabalmente Jesús Eguiguren, que parece haber depositado su vida en el altar de una interminable conversación con ETA. Según su prontuario judicial, este prócer dialoga con las mujeres con el palo de la escoba, y reserva el demorado amor de la palabra para los asesinos que nunca han querido dejar de serlo. También Baudelaire frecuentaba la abyección, aunque al extravagante jefe de los socialistas vascos no se le conozca otro arte que el de la intriga permanente y monotemática. Eres lo que haces, y por sus hechos no se puede respetar al socialismo vasco mientras tenga como representante al hombre unidimensional. Tienen muy mal perder los dirigentes de este socialismo de S.A. y lo están demostrando perdiendo los nervios en un Consejo de Ministros o en el desdén de Blanco («No sabe de lo que habla») hacia Eguiguren sobre la continuidad de las negociaciones entre ETA y el Gobierno. Vaya dos. Apártate que me tiznas, le dijo la sartén al cazo. El socialista vasco es impresentable pero de sus hazañas de trotaconventos del terror siempre ha hablado con propiedad y no ha mentido nunca. Lo que no sabemos es si en la entrega de responsabilidades de un Gobierno a otro los salientes pasarán la negociación a los entrantes. Recibir la herencia del PSOE invita a meditar sobre la futilidad de la existencia. Lo que es seguro es que Eguiguren, desde la oposición, seguirá manteniendo su larga conversación, informando a Rubalcaba y sin mandato de Rajoy. Zapatero negoció desde Ferraz hasta acabar metiendo a los gudaris en el Congreso. Si la oposición socialista no es leal, y en esto no lo será, en los «pendrives» que le pasen a Soraya irá encriptado el alacrán de la conversación.
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