Atenas

La maldición de Marta

La palentina, que siempre ha tenido mala suerte con los Juegos, se lesiona y peligra su participación en Londres

La maldición de Marta
La maldición de Martalarazon

Una valla y después, un grito al aire, el de Marta Domínguez, lesionada cuando aún no se había cumplido ni un kilómetro de las series de 3.000 obstáculos. «Cuando ha caído, ha chillado. Se ha debido de hacer daño», explicó a Efe Diana Martín, que después logró clasificarse para la final. Marta Domínguez volvía a una gran competición después de ser madre y después de la «operación Galgo», que tanto daño hizo a su imagen pese a que la jueza ha sobreseído el caso.
Ya había corrido un 3.000 obstáculos este curso, en el que logró una gran marca, que le valía de sobra para ir a los Juegos de Londres. En Helsinki buscaba su quinta medalla continental al aire libre y se marchó antes de tiempo y con dudas sobre su futuro. «Tenía una pequeña lesión muscular en el bíceps femoral de la pierna izquierda. Ha estado en tratamiento desde hace diez días, hemos hecho pruebas y no había nada grave. Podía competir», aseguró el jefe de los servicios médicos de la Federación, Juan Manuel Alonso. Se dañó justo en esa zona. «Si es moderada o severa podría complicarle los Juegos de Londres», reconoció Alonso. Falta una parte importante de entrenamiento para llegar en forma a la capital inglesa y un parón sería fatal, aunque si no le duele podría tratar de mantener la forma con entrenamiento en piscina o bicicleta. Pero apenas queda un mes para que comiencen los Juegos.

Otra vez la mala suerte olímpica se vuelve a cruzar en el camino de Marta Domínguez. La palentina lo ha ganado todo en todas las grandes competiciones, menos en la más importante: los Juegos.
Siempre ha sucedido algo: en Atlanta 96 era demasiado joven. Fue una experiencia. En Sydney 2000 le atacó un inesperado catarro; a Atenas 2004 no pudo acudir por una rotura en el tendón de Aquiles que le obligó a tener que ver la competición por televisión. A Pekín 2008 sí llegó, y en forma, pero tropezó con uno de los últimos obstáculos cuando iba directa hacia el bronce. Londres es su última oportunidad, porque va camino de los 37 años y su retirada no parece lejana.

Marta se marchó de Helsinki sin premio y sin hablar con los medios de comunicación. También tuvo que pasar un control antidopaje.