La fuerza de la hispanidad por Manuel Durán

Celebramos hoy un hecho transcendente para todos los hispanos, la fiesta de la Hispanidad, que coincide con la festividad de Nuestra Señora del Pilar, patrona de esa celebración, y no de España, como erróneamente se suele atribuir. Llega esta conmemoración en unos momentos delicados para la idea de España. Hemos superado invasiones de distintas culturas y razas, como los árabes que llegaron en 711.dC., o de naciones, como lo fueron en su día los romanos y posteriormente la ocupación francesa. Entre una cosa y otra, nos convertimos en un imperio dónde no se ponía el sol. Conseguimos ser la primera potencia mundial, los gendarmes del mundo. Fuimos gentes emprendedoras, que pusieron la sana ambición y el esfuerzo común en alcanzar grandes metas, como el Descubrimiento de América en 1492. ¿Cuál se podría decir que fue la causa de que unas veces fuéramos invadidos, y en otras sin embargo, potencia dominante? La respuesta es sencilla: Nuestra fortaleza como una sola nación. Cuando España estaba conformada por un sistema de división política, éramos débiles y fuimos sometidos. Por el contrario, cuando se alcanzó la unificación de las coronas de Castilla y de Aragón con los Reyes Católicos, se conquistó el nuevo mundo, y se produjeron unos hechos transcendentales para la historia de la humanidad, como fueron el encuentro de civilizaciones, y la expansión del cristianismo por el continente americano. Coincide esta celebración con las campañas electores de Galicia, País Vasco y Cataluña, y en las tres se está discutiendo si queremos ser fuertes o débiles. La historia nos debería enseñar que juntos somos una España fuerte, y separarse, simplemente es un suicidio.