Valencia

Los bancos no ven rentable la financiación de infraestructuras

El sector de la obra pública no sabe cuántos trabajos hay previstos por el «lío de la reprogramación».

Los bancos no ven rentable la financiación de infraestructuras
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El Ministerio de Fomento pretende financiar mediante la colaboración público- privada infraestructuras por valor de 17.000 millones y la Generalitat otras tantas que ascienden a 4.600 millones. Para ejecutarlas, los contratistas necesitan financiación de los bancos, sin embargo, a día de hoy, no hay ni una sola obra que garantice la suficiente tasa interna de rentabilidad (TIR) para que el sector bancario la apruebe.

Este es el panorama que retrató ayer el presidente de la Federación de Contratistas de la Comunitat Valenciana (Fecoval), Javier Luján, quien lamentó que todas las administraciones, de «diverso color político», hayan fiado gran parte de las inversiones futuras a fórmulas de financiación privada.

A esta situación, se añade la incertidumbre generada por las múltiples reprogramaciones que ha realizado el Ministerio de Fomento durante los últimos meses. Tanto es así que no se atreven ni a dar cifras sobre el número de licitaciones con las que se cerrará el año y tampoco sobre las obras que siguen en marcha.

Lo que sí que tienen claro son las que deben ejecutarse sin más demora. El Gobierno central debe acabar el AVE en los plazos previstos, el tercer carril de la A-3, los accesos a los aeropuertos y la circunvalación de Valencia. La Generalitat, el plan de depuración, la red de metro, la CV-50, la CV-95 y el ferrocarril Alicante- Dénia por la costa.

Morosidad pública

El secretario de Fecoval, Eduardo Beut, aseguró que mientras el Gobierno central paga al día, las obras que el Consell paga vía presupuestos se cobra a 190 ó 220 días, y si la responsable es una empresa pública puede llegar a los dos años.


Caída de las licitaciones
La licitación de obra pública por parte del Gobierno central en la Comunitat Valenciana se redujo un 45 por ciento entre 2007 y 2009. Este descenso fue todavía mayor en los proyectos del Consell, que se redujeron en un 60 por ciento. Sólo ha subido la inversión municipal un 30 por ciento, gracias al plan E y al plan Confianza.