Las siete diferencias

Dos candidatos están en la línea de salida a un mes del congreso del PSOE. Alfredo Pérez Rubalcaba se invistió candidato la pasada semana. Ayer, Carme Chacón, dio su primer paso en Valencia. Algunas voces dicen que sus propuestas no se diferencian. Personalmente discrepo. Les propongo un juego. Parecen lo mismo, pero no lo son. He aquí las siete diferencias:

-Rubalcaba se presenta como líder. Todo gira en torno a su figura. Lo principal es el candidato. El proyecto no es prioritario. Chacón opta por un modelo colectivo, por un equipo que explica sus propuestas a pie de calle, con los militantes. Lo básico son las ideas.

-En las redes sociales, «Rubalcaba38» es el ADN del candidato. Puntualizo. El 38 se refiere al número del cónclave socialista. No es una referencia al tiempo que el viejo dirigente lleva en política. Chacón no tiene página propia, trabaja en «Mucho PSOE por hacer».

-Chacón apuesta por un modelo federal en el que sea posible construir España desde la diversidad y el respeto a la diferencia. Rubalcaba opta por un PSOE que diga lo mismo en todos los sitios como si la uniformidad fuera sinónimo de eficiencia. Ninguno de los dos duda de que es necesario replantear el modelo actual. Uno prefiere volver atrás, a la España jacobina ajena a la realidad, aunque fuera el negociador del Estatut, y otra prefiere mirar adelante copiando un modelo similar al alemán.

-Los dos candidatos apuestan por más participación en la elección del cartel electoral abriendo el partido a los ciudadanos. Sin embargo, Rubalcaba tiene una mala carta de presentación que hace poco creíble su reciente apuesta por más democracia interna. Abortó en junio unas primarias. No quiso someterse a la voluntad de las bases y no dudó en chantajear al secretario general. Esto, en mi pueblo, son piedras en la mochila.

-Rubalcaba quiere pasar página. Sin atisbo de autocrítica, quizás porque es el primer responsable de la mayor derrota de la democracia. Chacón, no. La crisis ha sido una de las causas de la derrota, pero no la única. Algo más que la crisis ha pesado en la debacle del 20-N. Chacón piensa que sólo reconociendo errores se pueden sentar las bases del futuro. Sin autocrítica, los errores se multiplican, se agudizan y se infectan.

-El PSOE debe recuperar su cordón umbilical con la sociedad. Hoy, lo ha perdido. Rubalcaba quiere rearmarse ideológicamente volviendo a la ortodoxia socialdemócrata. Chacón considera que eso no es suficiente. La nueva socialdemocracia debe armarse escuchando a los colectivos sociales que se han desmarcado de los socialistas en los últimos años.

- Rubalcaba se presenta como solución provisional. Sabe que su proyecto político tiene fecha de caducidad. Se presenta como puente hasta que llegue la solución final. Chacón se presenta como alternativa de futuro, porque la provisionalidad es fragilidad.

Seguro que hay más diferencias. Lo que no hay es más espacio. Pero, como ven, lo parecen pero no son lo mismo.