Londres

El BCE incapaz de frenar la sangría de la deuda europea

Europa se ha puesto definitivamente en manos del Banco Central Europeo (BCE) ante el fracaso de los políticos en la solución a la crisis de deuda. Los países en apuros piden al organismo monetario que preside Mario Draghi que prolongue la compra de bonos en el secundario, que baje los tipos de interés y que realice inyecciones de liquidez en la zona euro. Y a los 17 miembros, que den el «sí» a los eurobonos.

Tras la tempestad viene la calma
Tras la tempestad viene la calmalarazon

MADRID- El problema reside, como siempre, en la diversidad de opiniones de la Europa del euro. Alemania y Francia están enfrentadas, Merkel se opone a que el BCE tenga más poder y Francia duda, mientras los periféricos están con la lengua fuera. Si el mercado ya estaba intervenido, lo va a estar mucho más en las próximas fechas.

La UE discute, además, la posibilidad de «echar el candado» a los mercados de deuda de forma temporal mientras los inversores siguen a lo suyo: intercambiando los bonos que la banca vende en el secundario para intentar reducir su exposición a la renta fija periférica. El acoso perdió ayer intensidad y la economía italiana respiró, pero su prima de riesgo se mantuvo por encima de los 500 puntos básicos y superó la registrada en mayo por Portugal, cuando tuvo que pedir ayuda (517 puntos).

Tres intervenciones
El BCE intervino hasta en tres ocasiones con sendas operaciones de compra de deuda en el secundario. La primera de ellas, por la mañana, fue más contundente que las dos restantes. La prima de riesgo de España tocó suelo en los 439 puntos, pero el efecto de la operación de la institución fue efímero y el interés del bono volvió a dispararse apenas dos horas después.
Al cierre de la sesión, los inversores pagaban un cupón del 6,41% para poder vender los bonos españoles a diez años, esto es, un 253% más que los alemanes (1,81%). Con este escenario, Europa vivirá hoy una oleada de colocaciones de deuda y España intentará captar hasta 4.000 millones en bonos a diez años.

Todo indica que la última subasta de deuda del Ejecutivo socialista será la más cara desde la entrada del país en el euro, ya que el interés probablemente superará el 6% –según los actuales precios de mercado– y dejará pequeño el histórico cupón del 5,896% abonado en la emisión del 21 de julio con idéntico vencimiento.

Alemania colocó ayer 4.815 millones de euros en bonos a dos años, de los 6.000 millones que tenía como objetivo, ya que la rentabilidad ofrecida por el Estado germano cayó al 0,39%. La otra cara se vio en Portugal, que tuvo que pagar un cupón del 4,89% para colocar Letras a tres meses y del 5,25% a seis meses el día en que logró el «sí» de la troika a nuevas ayudas.
El mercado de renta variable vivió una jornada tranquila. Madrid recuperó el 0,81%, París el 0,52% y Milán el 0,79%, mientras que Fráncfort cedió el 0,33% y Londres recortó el 0,15%.

 

Dimite el jefe del FMI en Europa
El director del departamento para Europa del Fondo Monetario Internacional (FMI), el portugués Antonio Borges (en la imagen), presentó ayer su dimisión a la directora gerente del organismo, Christine Lagarde, alegando «motivos personales». El relevo en el cargo se hará de forma «inmediata», tras un año de Borges en el puesto. La directora del FMI presenta como sustituto al británico de origen iraní Reza Moghadam.

 

Renta fija
Subastas en plena guerra

España quiere captar hoy hasta 4.000 millones en bonos a diez años en la última subasta del Gobierno y la más cara desde la entrada en el euro.
Alemania paga el 0,39%
para colocar 4.815 millones de euros en bonos a dos años, por debajo de los 6.000 millones previstos.
Cupón luso del 5,25% en la emisión de Letras a seis meses. El mercado castiga al país con intereses muy altos en las subastas.