Carreteras
Dormidos al volante
Un informe alerta de que 7 de cada 10 conductores españoles sufren episodios de sueño mientras conduce
Madrid- El coche es el medio de transporte preferido por los miles de españoles que viajan durante estas vacaciones. La Dirección General de Tráfico (DGT) estima que a lo largo de las próximas horas se realicen cerca de tres millones de desplazamientos. En total, a lo largo de todo el verano, la cifra alcanzará los 80 millones, un 3,6 por ciento menos que en 2011. El elevado número de viajes fomenta el incremento de accidentes de tráfico relacionados con la fatiga y la somnolencia. Por eso, desde la DGT y el RACE quieren hacer especial hincapié en este problema que, sólo el año pasado, se llevó por delante a 112 personas. Es la cuarta causa de muerte en carretera, por detrás de la distracción, las infracciones y la conducción a una velocidad inadecuada. «Sufrir fatiga no lleva aparejado una sanción y por eso los conductores no están tan concienciados. Creemos que el viaje es un mero trámite, y no es así», insistió ayer la directora de Tráfico, María Seguí, durante la presentación de una campaña que busca concienciar a los conductores sobre la importancia de la hidratación y del control del cansancio.
«Nuestra campaña puede sonar recurrente y manida, pero la gente sigue perdiendo la vida por las mismas causas y por eso debemos insistir cada año», afirmó ayer Tomás Santa Cecilia, director de Seguridad Vial del RACE. Lo cierto es que, a pesar de la mejora en la siniestralidad de las vías, el sueño y la fatiga siguen estando muy presentes. Especialmente en verano, cuando las elevadas temperaturas incrementan la sensación de cansancio y el aire acondicionado sumado a una buena hidratación es imprescindible. Agosto es el mes en el que se registran más accidentes de circulación relacionados con esta falta de reposo. Así, durante este periodo de 2010 murieron 84 personas en las vías españolas. Además, las vías convencionales son las que registraron mayor número de víctimas por esta causa a lo largo de 2011. Seis de cada diez fallecidos circulaban por vías de doble sentido. Sin embargo, los datos no concuerdan con la percepción de los conductores. De acuerdo con el estudio que han realizado para completar la campaña de concienciación, más de 40 por ciento de los 1.100 conductores encuestados consideran que la situación de riesgo se produjo mientras circulaban en autovías. Y es que, como explica el coordinador de Seguridad Vial de RACE, Antonio Lucas: «Mientras circulan por autovía se relajan por las buenas condiciones de la carretera, y cuando alcanzan las vías de doble sentido se sienten más fatigados». Sólo dos de cada tres ha sentido algún riesgo mientras conducía por autopistas.
Andalucía y las dos Castillas siguen siendo las comunidades que más accidentes relacionados con la fatiga acumulan «por ser zonas de paso o de destino», afirma Lucas, uno de los responsables de la campaña «Un refresco, tu mejor combustible» que busca evitar los accidentes producidos por el cansancio del conductor.
Si entre la segunda y la tercera hora de circulación comienza a notar un mayor error en la percepción de la velocidad, deja de ver cerca de un 40 por ciento de la información de tráfico, siente picor en los ojos, visión borrosa, calambres musculares y se mueve con inquietud en el asiento, está experimentando un episodio de fatiga que podría derivar en somnolencia. Esta pérdida de atención «supondría que si circulamos a 120 km/h, nuestro tiempo de reacción se reduce considerablemente. Frenaríamos 15 coches por delante de lo que se debería», insiste Lucas. Aunque cinco de cada diez conductores aseguran haber perdido la concentración al volante durante uno de sus desplazamientos, la mayoría no se siente fatigado o con sueño. «El problema es que el conductor no toma conciencia de los problemas reales y puede pensar que se puede circular bajo cualquier circunstancia, y no es así. Son necesarias una serie de aptitudes. La educación vial sigue siendo una asignatura pendiente», sostiene Ana Galán, vicepresidenta de Stop Accidentes.
Uno de los incidentes más comunes derivado del cansancio y del sueño es el tildado de «solitario». Se suele producir en carreteras convencionales, donde el nivel de atención se reduce si el piloto viaja solo. «No tiene un acompañante que le hable y normalmente viaja con mucha prisa, quiere llegar ya. Por eso suele perder la atención y sufrir un grave accidente. Aunque todos estos indicadores son hipótesis operativas con las que trabajamos», indica Antonio Lucas. Esta variable sostiene las indicaciones en las que las asociaciones de automovilistas y el Gobierno insisten: la importancia de comenzar un viaje después de haber descansado y realizar paradas cada dos horas. «En esto, los españoles cumplen. La mayoría prefiere salir de viaje a primera hora de la mañana y más de la mitad asegura que se detiene después de unos 200 km», añade Lucas.
Más agresivos a causa de la crisis
El efecto de la crisis no sólo se nota en la disminución del número de desplazamientos, la difícil situación económica también se cuela dentro de los coches. «Además de que este año, un 60 por ciento de los conductores usa menos el coche por el elevado coste de los carburantes, la crisis también motiva un comportamiento más agresivo que puede derivar en fatiga. Así lo hemos comprobado en un 25 por ciento de los encuestados», afirma Antonio Lucas. Un dato que también preocupa a Stop Accidentes: «La gente está más crispada y se produce cierta violencia al volante. Además, se pueden dar más distracciones porque conduces de manera inconsciente, pensando en tus preocupaciones y no vas pendiente. Sólo piensas en los problemas: llegar a fin de mes, el trabajo, etc. Es un estrés añadido», sostiene Ana Galán.
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