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El amor la amistad y la traición toman el Lliure con «La espera»

Juan Carlos Martel dirige la obra del dramaturgo italiano Remo Binosi

Juan Carlos Martel, Isabel Rocatti, Marta Marco y Clara Segura, ayer en el Lliure de Gràcia
Juan Carlos Martel, Isabel Rocatti, Marta Marco y Clara Segura, ayer en el Lliure de Gràcialarazon

BARCELONA- Ser director de teatro tiene ciertas ventajas. A veces no tiene ni que buscar obras interesantes, les llegan a ti sin más. El autor italiano Remo Binosi, fallecido en 2002, vio a lo lejos a Lluís Pasqual y decidió que le entregaría su última obra de teatro para que la dirigiera. No le conocía de nada, ni tenía ninguna esperanza especial en que le hiciese caso, pero no lo dudó. Pasqual quedó impresionado tras leerla y le prometió hacer lo imposible para poder llevarla a escena. Una década después, y tras varios intentos fallidos, ahora por fin puede hacer realidad el deseo de ese excepcional autor, programándolo en el teatro que dirige, el Lliure.

Del siglo XVIII a la actualidad
El Lliure de Gràcia estrena este jueves , y hasta el 18 de diciembre, «La espera», una historia de amor, traición y amistad entre tres mujeres de diferente extracción social. Marta Marco, Clara Segura e Isabel Rocatti protagonizan este duelo interpretativo de primer nivel en el que, a través de diálogos sofocantes y llenos de detalles, se irán desnudando unas a otras hasta que no quede secreto por descubrir. «La obra es un regalo, una pieza extraña, como "Yerma", de Federico García Lorca, tremendamente italiana y tremendamente atrevida», afirmó ayer Pasqual.
Dirigida por Juan Carlos Martel, la obra está ambientada en pleno siglo XVII. La condesa, a punto de casarse por conveniencia con un hombre de provecho, queda embarazada y la familia decide ocultarla del ojo público y esconderla en un palacio perdido, con la única compañía de su nodriza, interpretada por Isabel Rocatti, y una sirvienta, también embarazada, que interpreta Clara Segura. «Son tres mujeres encerradas en una prisión, en la que pasarán por todas las emociones vitales, hasta hacerse más cercanas unas a otras», aseguró Martel.
El punto de inflexión de la obra, y lo que la hace tener ese carácter moderno, es que la convivencia entre las dos mujeres embarazadas, rechazadas las dos por sus familias, acabará por estrechar sus lazos. «La obra empieza como una comedia. En el nudo entra el drama, pero el final ya es pura tragedia», aseguró Marco, que interpreta a la condesa. «Son tres personajes que, si se hubieran encontrado accidentalmente, ni se hubieran saludado, pero están marcadas por las circunstancias», dijo Segura.