Una voz en el desierto

Tiene razón mi amigo Rogelio al reconocer gran mérito al presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), José Vicente González, por haber expresado públicamente su decepción al desaprovecharse la oportunidad de mantener una gran entidad financiera en la Comunitat, Si ahora la unión entre CAM y Bancaja aparecía complicada, trasladaba la responsabilidad por no haberse realizado antes. Lo que ha sucedido aquí, no lo consienten en autonomías a las que debemos compararnos.La verdad es que causa estupor el silencio en los ambientes político-económico-empresariales ante las operaciones de las dos Cajas de Ahorro más importantes de nuestra Comunidad, que se alejarán de aquí en un corto espacio de tiempo. En muy pocos años el sistema financiero valenciano habrá dejado de existir.Bien es verdad, según Rogelio, que no es la primera vez que la sociedad valenciana contempla calmadamente expolios, discriminaciones y aislamientos. Parece un escenario habitual desde los tiempos de Felipe V, quien por cierto aún vive cabeza abajo en una estancia setabense sin que se haya producido el desagravio apetecido.Así es la vida.