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Trípoli

Militares desertores de Gadafi toman el mando de la revuelta

Cargado de ira y empuñando un kalashnikov, Hamid se enfrentó a su superior, el general Abdala Abd Alá, porque no le dejó pasar para ir al frente.

Una simpatizante de Gadafi porta dos banderas verdes, símbolo del régimen, ayer en Trípoli
Una simpatizante de Gadafi porta dos banderas verdes, símbolo del régimen, ayer en Trípolilarazon

Hamid tenía motivos; quería luchar contra las tropas gubernamentales para vengar la muerte de su hermano que perdió la vida el viernes por disparos de la artillería gadafista. Parece que ahora, las fuerzas rebeldes se han organizado y son los militares desertores los que han tomado el mando de las operaciones.
Desde Ajdabiya hacia Brega, los rebeldes han comenzado a establecer controles en la carretera. En la entrada oeste de la primera localidad, conocida como Bab al Garbiya, los milicianos han levantado dos barricadas con sacos de tierra para atrincherarse y defender la ciudad. Aunque han colocado varias baterías antiaéreas y un viejo tanque que le arrebataron a los hombres de coronel cuando recuperaron esta ciudad que estuvo sitiada una semana, el puesto defensivo resulta aún precario.
A unos 40 kilómetros hay una segunda línea defensiva donde estaban apostados los milicianos con sus «pick up» y una cabeza de mando para organizar al batallón rebelde. Estos soldados conformarían la retaguardia y avanzarían cuando recibieran órdenes de los mandos que están el campo de batalla. Algunos de ellos, vestían con casco y chaleco antibalas. A partir de allí, había pequeños grupos parados cada cinco kilómetros para asegurar las posiciones. La más avanzada, hasta donde dejaron pasar a periodistas, se situó a veinte kilómetros de Brega donde se estaban enfrentando las tropas gadafistas y las revolucionarias. Estas medidas para prevenir que los civiles avanzaran hacia el frente se tomaron después de que el viernes se produjera el primer caso de «fuego amigo» en el que murieron más de 10 rebeldes y algunos civiles, en un bombardeo de la OTAN cerca de Brega. Supuestamente, los rebeldes estaban celebrando la toma de la ciudad disparando sus baterías antiaéreas y los aviones de la coalición pensaron que estaban siendo atacados, respondiendo con misiles. Un general del Ejército de Bengasi, Abdalá Abdelal, explicó a LA RAZÓN que soldados de Gadafi se habían infiltrado, disparando y atrayendo así la atención de los cazas aliados, y ofreció la cifra de 14 rebeldes muertos. Según el mando militar, «Brega está bajo control de la revolución. Dentro de la ciudad hay 400 rebeldes que están buscando a infiltrados y mercenarios de Gadafi. Una vez que hayamos acabado con las operaciones de limpieza, Brega será liberada».Abdel Salam explicó que Gadafi ha perdido la lealtad del Ejército libio y se apoya en 2.000 mercenarios.