Bruselas
Bruselas pide aumentar el fondo de rescate para frenar el contagio
Barroso dice en una carta que «ha dejado de ser una crisis de la periferia»
La grave situación que viven las bolsas europeas y la desconfianza de inversores que se extiende entre los países de la eurozona ha llevado a la Comisión Europea a pedir «más mejoras» a lo acordado en julio entre los líderes de la zona euro.
El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, urgió a los Estados miembros que comparten el euro a que hagan una «rápida reevaluación» del fondo de rescate «para asegurarse de que está equipado con los medios para tratar con los riesgos de contagio». Porque el portugués asegura sin medias tintas, en una carta que envió a los dirigentes del euro el miércoles y hecha pública ayer, que «está claro que ya no estamos gestionando una crisis sólo en la periferia de la zona euro».
Los países del euro están cayendo como fichas de dominó y ahora los bonos de España están en la zona de peligro que antes ocuparon los de los países rescatados (Grecia, Irlanda y Portugal); la deuda italiana se sitúa donde estuvo la de nuestro país, Bélgica donde la italiana, y Francia donde estuvieron los bonos belgas.
Para evitar lo que está sucediendo, los jefes de los ejecutivos que comparten el euro se reunieron de urgencia el 21 de julio y acordaron mejorar este fondo de 440.000 millones de euros, la llamada Facilidad Europea para la Estabilidad Financiera (FEEF), para que pudiera comprar deuda soberana en los parqués y fuera capaz de inyectar liquidez de manera preventiva en un Estado miembro con problemas antes de llegar al rescate.
Pero estos cambios no han servido para disuadir a los mercados, que han seguido con su acoso principalmente a la deuda italiana y española, porque pasarán meses antes de que las nuevas facultades del FEEF puedan operar. Pero, además, porque los analistas creen que los 440.000 millones son pocos para el tipo de intervenciones que podría necesitar España (con una deuda de 588.000 millones) y, sobre todo, Italia (1,8 billones). Por eso, según una portavoz comunitaria fuera de micrófonos, Barroso quiere hacer la actuación de este fondo «más creíble», aumentando su tamaño, y flexibilizando las circunstancias en las que pueda intervenir.
Debido a las resistencias alemanas de dotar con estos nuevos poderes al FEEF, hasta casi convertirlo en un Fondo Monetario Europeo, los líderes acordaron que las intervenciones del fondo se decidieran «por consenso», lo que Berlín interpretó como unanimidad. Por eso, la Comisión quiere aflojar el corsé germano, muy reacio a prestar dinero a las economías en apuros, para mantener la estabilidad de la zona.
La carta de alerta del presidente de la Comisión
«Hay que mejorar la efectividad del fondo europeo. La estabilidad financiera debe ser salvaguardada». «Las decisiones sobre el paquete griego y la flexibilización del FEEF no tienen el efecto deseado». «Es necesaria una rápida revisión de los elementos vinculados con el FEEF». «Ya no gestionamos una crisis sólo en la periferia de la zona euro».
(Lea la carta completa en «Contenidos relacionados»)
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