Sevilla

Condenan a 12 años el etarra Olarra Guridi por colocar coche-bomba en Sevilla

La Audiencia Nacional ha condenado a doce años de cárcel al exjefe militar de ETA Juan Antonio Olarra Guridi por el intento de atentado con un coche-bomba en las inmediaciones de la estación de Santa Justa de Sevilla el 31 de diciembre de 2000, que no llegó a estallar.

La sentencia de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional declara probado que Olarra Guridi planificó y asumió la dirección y el control de la colocación de un coche cargado de explosivos delante de la sede de la Tesorería de la Seguridad Social, en la intersección de la Avenida Kansas City y la calle José Ladillo, en las inmediaciones del Hotel Occidental.

Una llamada a la recepción del hotel alertó en nombre de ETA colocación del vehículo, tras lo que los Tedax encontraron en el maletero del coche -que había sido sustraído un mes antes en Francia- 161 kilos de tytadine dentro unas ollas colocadas en un cajón aglomerado.

La Audiencia Nacional considera acreditada la participación de Olarra Guridi en la colocación del coche bomba que, de haber llegado a estallar, hubiera provocado importantes daños materiales y humanos dada la cantidad de explosivo encontrado.

Así, señala que "la cantidad de carga preparada para explosionar, unido a la ubicación en esa zona de Sevilla de viviendas habitadas"hacía evidente para el acusado el daño que podría provocar la explosión, y, sin embargo, asumió esos "riesgos físicos"pues no desistió de la acción terrorista.

Además, recuerda que poco después en una operación contra la organización terrorista desarrollada en Francia el 5 de diciembre de 2001 se incautaron varios documentos, entre ellos una guía de la ciudad de Sevilla, en cuyo interior se encontraba una nota manuscrita de Olarra Guridi.

Dicha nota, que estaba acompañada por una fotografía de una calle sevillana, consistía en un borrador de un comunicado de ETA que avisaba de que se debía desalojar la zona afectada por la colocación de un coche-bomba, cuya descripción, un Peugeot 306 de color blanco, coincidía con el utilizado en el atentado frustrado.

Además, en la nota se referían datos que "coincidían perfectamente"con las circunstancias de esta acción, como la matrícula del vehículo, la mención a una llamada telefónica a un establecimiento hotelero situado al lado del lugar donde se estacionó el coche o la hora prevista de la explosión (las 4:00 horas).

"Ello sitúa al acusado en el planteamiento del atentado, del que tenía cabal conocimiento en fechas inmediatamente anteriores a que se fuera a perpetrar, con lo que, lo que se llevó a cabo el día de su materialización seguía sus directrices", concluye la sentencia que condena al etarra por los delitos de intento de estragos con fines terroristas y deposito de explosivos.