Bruselas

Zapatero frustra los planes de los que pedían su retirada el 2-A

Ya ha comunicado a un grupo reducido que no anunciará su marcha. El PSOE trabaja para intentar evitar que haya unas primarias

José María Barreda, ayer, en un acto con la ministra Sinde en Toledo
José María Barreda, ayer, en un acto con la ministra Sinde en Toledolarazon

MADRID- ¿Acudirán los valencianos en masa a votar a Jorge Alarte porque Zapatero anuncie su retirada antes del 22-M? No parece. ¿Ganaría Tomás Gómez la Comunidad de Madrid sólo porque el presidente del Gobierno diga antes de las elecciones municipales que no repetirá un tercer mandato? Pues tampoco. ¿En qué beneficia entonces al PSOE que el secretario general despeje el 2 de abril ante el Comité Federal el secreto sucesorio? Ya son mayoría los que creen en el PSOE que el ruido no sólo no cejaría, sino que subiría de decibelios en plena campaña por las municipales, frustraría la estrategia electoral de desnacionalizar la campaña y arrastraría al PSOE a un cruento debate interno sobre el quién, el cómo y el cuándo habría que elegir al sucesor.

En los últimos días ganan posiciones en La Moncloa y en Ferraz quienes defienden que Zapatero debe evitar el «tsunami» que provocaría en el PSOE un anuncio precipitado. Y eso que algunos barones siguen con el «raca-raca» de que el resultado de las municipales y autonómicas depende en buena parte de esa marcha. La evolución del voto desmiente categóricamente a quienes defienden esta tesis, pues hace años que el mapa local y regional varía poco, y que socialistas y populares obtienen en este tipo de convocatorias resultados muy parejos: medio punto arriba medio punto abajo, con la única excepción de 1995. En aquella ocasión, los de la gaviota se impusieron por 4 puntos a los socialistas, pero uno después, Aznar ganó las generales sólo por 200.000 votos.

En todo caso, y al margen del repaso a las hemerotecas, el presidente ya ha hecho saber a un grupo reducido de personas que no anunciará su retirada en el Comité Federal del 2 de abril como se había dicho. La decisión la tomó, después de un fin de semana de grandes alardes tipográficos que daban por hecho sus planes y su calendario. El lunes pasado ya comunicó en una reunión interna que estaba decidido a frustrar los planes de quienes no sólo habían trasladado a los medios que el anuncio sería sin duda el 2 de abril, sino que habían empezado a tomar posiciones para cuando esto ocurriera.

La solemne declaración de Marcelino Iglesias, después de la Ejecutiva, de que no habría anuncio extraordinario en un Comité Federal ordinario no fue sólo una fórmula improvisada con la que enfriar el debate. Estaba hablado con el presidente del Gobierno desde la tarde del domingo pasado y se volvió sobre el asunto en La Moncloa el lunes por la mañana. No ha sido, sin embargo, el enfado de Zapatero por los movimientos soterrados de algunas de sus personas más allegadas el único motivo por el que ha decidido posponer la renuncia. También ha pesado, y mucho, la decisión de sumarse a la guerra de Libia, además de la delicada situación por la que atraviesa la zona euro con el incipiente rescate de Portugal y el nuevo plan de ajuste que seguro habrá que adoptar tras el Consejo Europeo que se celebra desde ayer en Bruselas. La situación del país, de Europa y del mundo es tan delicada que una renuncia a destiempo del presidente le puede convertir en un blanco fácil para la oposición y arrastrar al PSOE a un adelanto electoral. El presidente ha comunicado a los máximos responsables del PSOE que el 2 de abril ante este ya célebre Comité Federal, dibujará la hoja de ruta y el calendario de la sucesión, que no empezará en ningún caso antes de junio. Para esa fecha, el deseo del presidente es que los partidarios de la candidatura de Alfredo Pérez Rubalcaba y los promotores de la llamada «opción Chacón» hallen un punto de encuentro para sumar fuerzas y evitar unas primarias que, para muchos, «desangrarían» al PSOE durante 45 días. ¿La consigna? Evitar la división interna, «sumar significados ideológicos y generacionales», desde el convencimiento de que sólo así el PSOE puede dar la batalla en 2011. El Comité Electoral que dirige José Blanco ya ha empezado a tender puentes entre los de Rubalcaba y los de Chacón. En eso andan.


Rubalcaba, el preferido
Tres de cada cuatro españoles cree que Zapatero no debería repetir como candidato del PSOE, según el último barómetro de TNS Demoscopia para Antena 3 y Onda Cero. Más del 40% de los ciudadanos piensa que el mejor candidato sería Rubalcaba, aunque gana apoyos Carme Chacón, vista como la alternativa por casi el 10,5%.


Barreda: «Acabó su etapa»
El más combativo de los barones, el más declarativo, el más insistente con la retirada antes de mayo, siguió ayer su cruzada particular contra Zapatero. Jose María Barreda aseguró bien de mañana y ante los micrófonos de Onda Cero que el presidente del Gobierno «ha cumplido ya una etapa al frente del Ejecutivo». Defendió la ley que en Castilla-La Mancha limita a dos los mandatos de los presidentes, lo que a su juicio es un ejercicio «saludable», y sobre Zapatero dijo que «en ocho años hay tiempo para desarrollar una gestión». Y eso que apuntó que Zapatero «ha tenido la mala suerte» de ser presidente del Gobierno en «la coyuntura más difícil de toda la historia contemporánea». De esta forma dijo que «no sería justo ni ecuánime» decir que el origen de «todos los males» de la crisis es interno, ya que es una crisis financiera «que ha afectado a todo el mundo».