Soraya desarma a Soraya

Alto voltaje. El duelo Soraya vs Soraya promete. Y eso que en el estreno la portavoz del PSOE evitó conscientemente el cuerpo a cuerpo. Las dos son de armas tomar, combativas, directas, expertas en lides parlamentarias y contundentes. El primer asalto del que será el combate semanal entre la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y la jefa de los socialistas en el Congreso, Soraya Rodríguez, no defraudó en absoluto, y eso que antes que ellas se midieron, y por el mismo asunto –la reforma laboral– Rajoy y Rubalcaba.
Rodríguez no utilizó parapetos y fue directa al asunto, a las medidas adoptadas por el Gobierno y en especial el abaratamiento del despido. Sáenz de Santamaría tampoco se anduvo con rodeos y en el primer segundo puso de manifiesto la condición de novata de su oponente: «Nueva portavoz, pero viejas preguntas», se quejó antes de atacar con la herencia recibida y proclamar que el Gobierno está tomando las medidas oportunas, «a la altura de la gravedad de la situación que dejaron ustedes».
Rodríguez aprovechó su segundo turno para atacar al PP –aunque sin abandonar su tono pausado y medido– por incumplir su promesa electoral de no abaratar el despido. Esto fue antes de que reprochara a su tocaya que el pasado viernes ocultara en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que la reforma laboral permitirá a las empresas bajar unilateralmente los salarios de los trabajadores. «Le aconsejaría que se plantee hacer las ruedas de prensa los sábados, cuando tengamos el BOE y podamos contrastar sus palabras con el contenido del BOE», le dijo. La vicepresidenta no se arredró y, pese a que la voz de su rival no invita a la bronca ni el griterío, la replicó con duras palabras («mucha descalificación y poco argumento») y un recuerdo letal para la crítica socialista, lo hecho en el anterior mandato. «¿Y habla usted de abaratar el despido? Le recuerdo que la reforma del despido a 20 días fue una reforma del PSOE», le inquirió a la portavoz socialista. Pudo dejarlo ahí, pero no lo hizo, pues siguió con la bajada unilateral de los sueldos. «Ha venido aquí usted a hablar de sueldos, salarios y retribuciones, y le recuerdo que el único empresario que bajó los sueldos unilateralmente de un mes para otro fue el Gobierno socialista, que rebajó los sueldos de los funcionarios un 5 por ciento». Por contra, dijo que el Partido Popular las únicas retribuciones que ha bajado ha sido la de los bancos. Semejante afirmación desarma a cualquier socialista.