Barcelona

Cataluña da la puntilla a los toros

El Parlament aprueba por mayoría absoluta prohibir los toros con los votos de CiU. Montilla y 30 de los 37 diputados del PSC votaron contra el veto. El PP intentará que el Congreso saque adelante una ley para derogar la prohibición. Los abolicionistas amenazan con forzar votaciones en otras comunidades.

La prohibición se ha aprobado por 68 votos a favor y 55 en contra
La prohibición se ha aprobado por 68 votos a favor y 55 en contralarazon

La faena que desde hace año y medio se celebra en el coso del Parlament de Cataluña acabó ayer con una estocada mortal de los antitaurinos a la Fiesta Nacional. Con una mayoría absoluta de 68 votos a favor, 55 en contra y 9 abstenciones, el Parlament se decantó por prohibir las corridas. Fue la victoria de una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) impulsada por la plataforma «Prou!», que lidera un argentino vegetariano y vegano, y que se coló en la Cámara autonómica con el apoyo de tan sólo 180.000 firmas.

CiU y PSC decidenLa libertad de voto de los partidos mayoritarios, PSC y CiU, decidió el resultado y, sobre todo, fue letal la mayoría abolicionista de la federación nacionalista. Hubo pocas sorpresas, la mayoría de socialistas votó en contra de la ILP que pedía abolir la Fiesta. Sólo apoyaron la prohibición los diputados de la plataforma maragallista Ciutadans pel Canvi, adscrita al PSC. Hubo tres abstenciones, la del consejero de Economía, Antoni Castells, rostro conocido del ala catalanista del PSC; el diputado Joan Ferran, el mismo que animó a «arrancar la costra nacionalista de TV3» y Rosa Ferrer. El presidente de la Generalitat, José Montilla, se ahorró escuchar las alegaciones de los grupos y acudió en el momento de la votación para defender las corridas, más allá de porque sea aficionado a los toros, porque cree en la libertad antes que en una imposición legal. Visiblemente molesto con el resultado, compareció inesperadamente ante la Prensa para expresar su rechazo a la votación. Recordó que la iniciativa no ha salido del Govern ni de los partidos y opinó que hubiera preferido que la continuidad o no de las corridas hubiera sido una decisión «tranquila y normalizada» de los ciudadanos.

Cataluña-EspañaEl president pidió respeto por quienes creen que las corridas de toros forman parte de su patrimonio cultural. Fue un sutil aviso a los antitaurinos que saltaban, se abrazaban y hasta brindaron con cava por el fin de las corridas en los pasillos del Parlament, mientras el joven torero catalán Serafín Marín abandonaba el recinto con lágrimas en los ojos. Pero, sobre todo, fue una advertencia en toda regla a quienes han querido convertir la votación en un termómetro de las relaciones entre Cataluña y España. Tanto Montilla como Artur Mas se esforzaron en explicar que «no estamos delante de un debate identitario». Ambos apelaron a la libertad, aunque en sentido diferente. El primero porque está en contra de las prohibiciones. Y el segundo porque la libertad de voto que CiU ha dado a sus diputados le permitió votar a favor del veto a los toros. Mas argumentó que la prohibición de los toros permite construir una Cataluña «mejor» para las generaciones futuras. El voto de Mas era el secreto mejor guardado. El presidente de CiU explicó que no había dado pistas para no alterar el comportamiento de los diputados. Si el PSC se decantó por defender las corridas, CiU hizo todo lo contrario, 32 de sus diputados votaron a favor del veto, siete en contra y seis se abstuvieron. Los 32 diputados de CiU, sumados a los 21 de ERC y los 12 de ICV permitieron abolir los toros. La ley no entrará en vigor hasta el 1 de enero de 2012. A los amantes de los toros les queda otra temporada para disfrutar de la Fiesta en la Monumental, la única plaza en activo de Cataluña. Y los protaurinos tienen un año y medio para recurrir la prohibición. El PP, que tratará de modificar leyes estatales para evitar la prohibición, y C's denunciaron que el debate sobre el fin de los toros es totalmente identitario. «¿Por qué si no los "correbous"quedan intactos?», preguntaron. Ninguno de los dos se dejó convencer por los argumentos en defensa de los animales de ERC e ICV, que ofrecieron una lección de biología sobre el sufrimiento que padecen los toros de lidia. «Si tanto defienden a los animales, no quiero ver a ningún diputado comiendo foie o pescando en la Costa Brava», avisó Albert Rivera de C's. Antes de la votación, todos los partidos leyeron un pregón a favor y en contra de los toros. David Pérez, del PSC, llegó a reivindicar que el verbo «prohibir» no es propio de la cultura catalana, pero otra vez quedó en evidencia que el tripartito está dividido.