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Mourinho siembra más dudas

La Razón
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Madrid- En Stamford Bridge canta el graderío como una sirena para atraer a Mourinho mientras Andre Villas-Boas se hunde. También los «tifosi» del Inter añoran a «The Special One». En Madrid, la margarita se deshoja sin aclarar el futuro del técnico, que el martes viajó a Londres con Matilde, su mujer, para adquirir, según los tabloides, una mansión, con lo que los rumores sobre su posible salida del Bernabéu –lo más tardar el 30 de junio– se dispararon.

Pensar que en su día libre José Mourinho acudió a Londres de compras, con su señora, es normal, sin más. Lo ha hecho en más de una ocasión; le gusta la City, donde, además, posee un apartamento. Precisamente por este cabo, entre otros, la cantinela de que se quiere ir del Madrid cobra actualidad. ¿Para qué quiere una casa? ¿Una inversión? Podría ser; pero si, como se ha dicho, su hija va a estudiar en la capital londinense el apartamento sería suficiente, salvo que la familia esté pensando en un traslado.

El hipotético cambio de aires obedecería, según las noticias que llegan desde Inglaterra, a que «Mou» ha recibido al menos tres ofertas de la «Premier»: una del Chelsea, la más probable, dada la precariedad de la situación que atraviesa el técnico Villas-Boas; otra del Tottenham, que perdería a su actual entrenador, Harry Red-knapp, cuyo destino sería el banquillo de la selección inglesa, y la tercera, el Arsenal, donde parece que a Wenger se le agota el crédito... Son los rumores.

 A Mourinho le restan dos temporadas de contrato en el Madrid. La rescisión unilateral supone un desembolso de 20 millones de euros. Cuando el vestuario se le descontrola, cuando los jugadores españoles piensan por sí mismos, él se quiere ir. No admite que nadie discuta sus criterios. A Valdano le costó el puesto de director general no pensar ni hablar como su entrenador. Mourinho ha escuchado cantos de sirena; ha encontrado casa en Londres. ¿Blanco y en botella? Quizás.