La treta cosmética del Ministerio por Sergio ALONSO

El Ministerio de Sanidad va a presentar a la vuelta del verano unas estadísticas inmaculadas en materia de contención del gasto farmacéutico. La noticia sería digna de elogio ante la grave situación del país y de las arcas públicas, si no fuera porque parte de este hito –no todo– se conseguirá de manera artificial, a través de una operación cosmética sin precedentes en la historia sanitaria. El intento de maquillaje es fácil de explicar. El Ministerio, a través de su director general de Farmacia, Alfonso Jiménez Palacios, ha decidido «limpiar» de un plumazo algunos productos de las estadísticas oficiales sobre la factura en medicinas que hace públicas todos los meses, tras recibir los datos de las autonomías.

En concreto, pretende eliminar los llamados «productos dietéticos», que se dispensan en farmacia a través de receta y que siempre se han contabilizado como gasto en medicinas aunque no formaran parte de la prestación propiamente dicha. Jiménez Palacios ha pedido por carta a todas las comunidades que supriman dichos productos del parte estadístico, lo que tendrá un efecto claro: miles de euros que desembolsan las arcas públicas dejarán de figurar en las cuentas de farmacia, aunque el gasto siga existiendo. Conviene informar a los bien pensados de que ya llueve sobre mojado. Desde hace meses, decenas de medicamentos que se vendían en farmacia están dispensándose desde los hospitales, con lo que también dejan de figurar en las estadísticas del gasto farmacéutico, al contabilizar éste sólo lo expedido desde primaria. La treta tiene un doble fin: además de mejorar la imagen del Ministerio, persigue lanzar a Salgado el mensaje de que todo está bajo control y evitar que Jiménez sea damnificada por otro tijeretazo.