El Govern avisa que «tarde o temprano» se desalojará la nave de Poblenou

BARCELONA- «Tarde o temprano deberán cumplir esta orden judicial». Así advirtió ayer el conseller del Interior, Felip Puig, a los más de 300 extranjeros que viven y acumulan chatarra en la nave industrial de la calle Josep Pla en el barrio del Poblenou de Barcelona, que el desalojo es inminente. De hecho, el juez que ordenó el viciado de las instalaciones a instancias del propietario prorrogó anteayer el operativo una semana. El Ayuntamiento de Barcelona señaló que trabaja en un plan social para que los afectados no se queden en la calle con lo puesto.

«Se ha tenido cuidado desde la perspectiva humana y social», apuntó Puig, pero «estamos ante una situación acumulada desde hace unos cuantos años y es compleja». «Han cronificado en un espacio privado una actividad lucrativa que es el reciclaje de chatarra», apostilló el conseller. Puig aseguró que la Generalitat ha intentado mediar con los afectados, las asociaciones que les representan y el propio Ayuntamiento de Barcelona.

Por su parte, la síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vil, abrió una actuación de oficio para tratar de averiguar la situación de los inmigrantes que ahora malviven en condiciones «insoportables» en dicha nave y saber cuáles son los planes de los servicios sociales barceloneses ante el desalojo anunciado. Vil, que visitó las instalaciones junto un equipo de la Sindicatura de Greuges de Barcelona, propuso como medida de urgencia la instalación de barracones como viviendas provisionales para los desalojados. «Si no hay otro, sería un medio para ayudar», dijo.