Andorra

La otra red

La Razón
La RazónLa Razón

Los laboratorios han invertido en el último año 1.029 millones de euros en I+D, lo que supone un crecimiento del 1,9% pese al fuerte retroceso de la inversión empresarial, según la última encuesta sobre actividades de I+D de Farmaindustria. Bueno, pues a pesar de estas inversiones sacadas de las cuentas de resultados a cara de perro nos hemos metido de lleno en el «contrabando» más moderno. El de la red. Porque internet se ha convertido en la principal vía de venta de medicamentos falsificados en los países desarrollados, entre ellos España. En este nuevo negocio millonario e ilegal, no se escatiman esfuerzos en el marketing on-line de sus productos. Para conocer de primera mano cómo llegan al consumidor español y qué reclamos utilizan, Lilly ha desarrollado el informe «Traffic on-line», que analiza las webs en las que se venden medicamentos que, al menos en el 65% de los casos, son falsificaciones, según datos de la Alianza Europea para el Acceso a Medicamentos Seguros. Alrededor de 15.000 millones de mensajes al día –una cuarta parte del tráfico mundial de e-mails– son «spam» promocionando medicamentos falsos. Se estima que entre 4.500 y 15.000 webs ofrecen medicamentos tan demandados como los que combaten la disfunción eréctil. «En el estudio realizado por Lilly, observamos cómo se utilizan técnicas de ocultación para que nadie sepa quién es la persona o la entidad que distribuye estos medicamentos falsificados», explica la directora de asuntos corporativos de Lilly, Teresa Millán. En Andorra, por ejemplo, encontramos «farmacias on-line» que se acogen a las diferencias legales para distribuir medicamentos, pese a que en España es ilegal, explica el informe. Porque la red no es mala. Pero la red también tiene sus patologías. Seguro.