Recetas de la botica para evitar unos pies olorosos

Los pies son una de las partes más descuidadas del cuerpo y también de las más castigadas. Porque descargamos el peso sobre ellos, los sometemos a altas temperaturas, sufren la falta de transpiración, utilizamos calzado apretado, etc. De hecho, más de las tres cuartas partes de la población sufre problemas en los pies. Sin embargo, la mayoría de las veces, unos hábitos higiénicos saludables son suficientes para poder evitar problemas futuros.Es más, hoy en día existen en el mercado diferentes medidas de salud que pueden evitar la aparición de ciertas patologías.wHigiene adecuada y secado a conciencia. Esta pauta evitará el mal olor producido por la acción de las bacterias que descomponen el sudor. Por otra parte, esta higiene diaria también dificulta la aparición de micosis (hongos). En personas con secreción excesiva, evitarán el dolor y ardor que les puede producir el exceso de sudoración, también llamada hiperhidrosis.wHidratación de los pies con productos adecuados: Mantener los pies hidratados contribuye a que no aparezcan grietas ni durezas. Si ya están presentes, para eliminarlas se pueden emplear limas especiales y productos exfoliantes. Uno de los productos más adecuados para hidratar el pie es la urea, en una concentración del 20 o 30 por ciento. De esta forma, conseguimos que la piel tenga una elasticidad adecuada.wUso de antitranspirantes, desodorantes y absorbentes. Estos productos controlan la secreción de sudor, intervienen en el proceso de descomposición impidiendo el mal olor o bien retienen el sudor.wUtilización de calcetines de fibras naturales. Es importante que ajusten bien, que no aprieten, y que no tengan grandes costuras. Deben cambiarse a diario. Hay que tener en cuenta, a su vez, la ventilación diaria del calzado, para lograr que se elimine la humedad acumulada durante la jornada. En verano la mejor opción es utilizar sandalias y zapatos abiertos.Las clavesEn definitiva, un perfecto cuidado de pies consistiría en los siguientes puntos:wUn baño con agua caliente y sales de unos diez minutos una vez a la semana.wHidratación tras el baño y limado de las zonas endurecidas.wHigiene diaria, perfecto secado con posterior hidratación.wUso de desodorantes si fueran necesarios.wCalzado cómodo y lo más transpirable posible.wMasajes con geles con propiedades relajantes y refrescantes en pies hinchados o fatigados.