Audrey Tautou una frágil viuda

¿Borraría el número de teléfono de su pareja de la agenda de su móvil si muere de repente cuando aún no ha cumplido los 40? Es un conflicto universal con elementos de ayer mismo, pero no es el central de la trama de «La delicadeza». Más bien es éste: cuando alguien que atraviesa por semejante trance consigue rehacer su vida sentimental se enfrenta al rechazo de su entorno porque su novio no es tan guapo ni parece tan listo como el que antes ocupaba ese lugar: «Las historias de amor no son como imaginas. Uno no sabe muy bien por qué ama a una persona y no a otra», aseguran los hermanos David y Stéphane Foenkinos, directores de la cinta que protagoniza Audrey Tautou.

Enamorada por sorpresa
Viuda temprana en esta comedia «indie» con protagonistas condenados aparentemente al fracaso, el personaje de Tautou se incorpora rápidamente al trabajo para evitar que el hueco que siente se haga más grande. Allí se percata de que su jefe, además de valorar las capacidades profesionales que la llevan a un ascenso, quiere meterse en su cama. Le rechaza, pero una mañana, de repente, se sorprende dando un apasionado beso a Markus, el más desgarbado y anodino de todos sus compañeros: «Es un acto biológico, un impulso que, de hecho, ella no recuerda al día siguiente. Se siente atraída por él porque, en el fondo, sabe que le va a hacer bien», aventura David Foenkinos, autor también de la novela original que dio lugar al guión, todo un éxito editorial. El tan inusual galán es François Damiens, un cómico muy popular en la televisión gala: «Incluso llegamos a hacer un casting en Suecia, pero no encontramos al actor. Como era un personaje extravagante y Audrey muy fan de su programa de cámara oculta, optamos por Damiens. Fue duro para él porque creía que no estaba haciendo nada, dado lo extremo de su personaje en televisión», explican.

David comenta la curiosa experiencia que es trasladar su libro al cine en su primera película como director: «El autor es el primero en traicionarse, todo lo que me han permitido. El cine ha engrandecido el libro, hemos añadido cosas, diría que es una prolongación feliz», concluye, no si antes subrayar que están muy orgullosos del sí de Tautou, para ellos un símbolo de Francia tan reconocible como la Torre Eiffel. 

NOSTALGIA PEZ
Uno de los elementos más románticos del filme son los caramelos Pez, una reminiscencia infantil que contribuye a la unión de la pareja. Para quien no lo recuerde, es una marca de dulces famosa por sus dispensadores con cabezas de personajes como Micky Mouse o Santa Claus.