Cataluña

Sant Pau limita los abortos a los casos extremos

Estas intervenciones tendrán que ser aprobadas por la Iglesia

La Razón
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BARCELONA- El Hospital Sant Pau de Barcelona ha elaborado un protocolo de derivación de las interrupciones voluntarias del embarazo, después de que la fundación, en que se encuentra el Arzobispado, aprobara prohibir los abortos voluntarios, si bien acepta «interrupciones médicas del embarazo» en situaciones extremas –aborto médico– con el beneplácito de la representación eclesiástica en el patronato.

En una entrevista de Ep, el gerente del centro, Xavier Corbella, aseveró que en el Sant Pau «no se practican interrupciones del embarazo voluntariamente; se practican interrupciones médicas del embarazo». «Tú tienes una madre que tiene un riesgo vital, tu vida corre peligro, tu feto es inviable, entonces se practica una interrupción médica del embarazo», señaló el gerente del Sant Pau, que aprobó un protocolo de derivación al Hospital del Vall d'Hebron y del Mar de Barcelona de los casos voluntarios que se adecuan a la nueva legislación vigente.
«No rehuímos la responsabilidad médica, que se da en circunstancias muy particulares, y que son unos ocho casos al año a lo sumo», aclaró Corbella, quien explicó que los casos excepcionales, y que el hospital recoge en un documento, son seguidos por el comité asistencial y la comisión médica, bajo los protocolos aprobados.

«Si vienes como mujer a realizar una interrupción voluntaria del embarazo», el caso se derivará a otro centro, pero justificó que el nivel de excelencia de la unidad maternoinfantil del hospital obliga a atender casos complejos que, en algunos casos, requieren un «aborto médico».

En un documento interno, al que ha tenido acceso Ep, el centro asume la interrupción del embarazo «en el caso de enfermedades maternas graves en las que el embarazo puede ser, con alta probabilidad, la causante de un desenlace fatal, justificado con informes detallados y apoyados por literatura científica actualizada».

También se asume la resolución de aquellos casos en los que se diagnostique una «anomalía fetal» que de forma altamente frecuente se asocie con una muerte fetal o neonatal a corto plazo, y también en aquellos casos de dolencias graves e incurables en las que el desarrollo neurológico impida una vida consciente y de relación con probabilidad de dependencia extrema y persistente. No obstante, el Hospital de Sant Pau renuncia de forma explícita a abortos por cuestiones de enfermedades cromosómicas, como el síndrome de Down y el de Turnessr, independientemente de que implique una discapacidad física o psíquica.

«En caso de conflicto grave, decisión responsable»
Según el gerente del Sant Pau, Xavier Corbella, el Arzobispado admite los casos extremos contemplados en el protocolo del centro y argumenta que «este hospital practica el aborto porque tiene esta condición de que en el patronato está la Iglesia y, por tanto, se acoge a la objeción y nosotros estamos totalmente de acuerdo y los profesionales también». Preguntado por la cuestión, el Arzobispado remitió a la Consideración del embrión humano, emitida por el Institut Borja de Bioètica de la Universitat Ramon Llull (URL) a favor de la vida, pero que entiende situaciones graves extremas. De hecho, el texto señala: «En caso de conflicto grave, estamos a favor de la decisión responsable y tomada en conciencia por parte de los afectados».