Pimientos que pican (o no)

Suele pasar: grupo que ingresa en el Salón de la fama del rock, banda que ya parece que pertenece al pasado. Es como el Oscar honorífico, que da un poco de mal fario. Hace cuatro días, Red Hot Chili Peppers imprimieron su nombre en una placa contigua a la de Guns‘N Roses y The Beastie Boys en Los Ángeles; que cada uno se imagine la estampa con más o menos nostalgia. La banda llega a Madrid para demostrar ante un Palacio de los Deportes lleno hasta la bandera que eso es una tontería y siguen siendo tan grandes como en los noventa.
«Mother's Milk» y «Blood Sugar Sex Magic» fueron obras maestras y probablemente sus temas se corresponden con el grueso de lo que esperan oír sus seguidores este sábado. La mezcla de géneros también funcionaba en «One Hot Minute» y el giro estilístico de «Californication», gracias al regreso de John Frusciante al grupo, arrasó en las listas de ventas con melodías instantáneas y temas certeros, redondos, relucientes. «By the Way» y «Stadium Arcadium» no eran ni mucho menos tan compactos. Frusciante volvió a abandonar la banda y «I'm with you» pretendía volver a declarar que el grupo ha evolucionado como lo han hecho sus treintañeros «fans» en este tiempo.

El colapso del euro
Que se han reinventado es un hecho. Que vayan en la dirección correcta es cuestión de gustos. Pero sobre esto, y atendiendo a la afluencia al Palacio de los Deportes, tampoco hay dudas. Por cierto, que sobre esto el mánager del grupo declaraba a «The Wall Street Journal» que el grupo ha adelantado su gira europea por miedo a que los países del euro terminen colapsándose. «Somos tan exportadores de EE UU como la Coca-cola; buscamos los mejores mercados», afirmaba Cliff Burnstein, que confesaba que el 75 por ciento de los ingresos del grupo proceden de las giras fuera de su país. Madrid ya les espera.

PARA NO PERDERSE
Dónde: Palacio de los Deportes. Plaza de Felipe II s/n.
Cuándo: sábado 17 de diciembre. 21:30 horas.
Cuánto: entradas agotadas.