Emprendedor hasta el final por César Antonio Molina

Hoy parece un día para recuerdos y loas a aquel que se ha ido, para describir su vida plagada de éxitos, sus grandes logros empresariales, sus obras realizadas o a punto de finalizar, en el fondo un día que todos entendemos como una «estación termini».
Quienes conocimos y trabajamos con Germán sabemos que esto no es así. Como empresario no era dado a improvisar ni a tener planificado el futuro más allá del corto plazo, y su visión trascendía desde luego mucho más allá de su ciclo vital. Germán Sánchez Rupérez puso en marcha, hace treinta años, una nueva empresa que sabía le sobrepasaría y lo sobreviviría vitalmente. Demostrando generosidad de miras, nunca pensó en el rendimiento inmediato. Quería que los lectores tuvieran su espacio y un lugar donde profundizar en el conocimiento, un lugar donde todo el mundo se sintiera en su casa, un lugar donde formar y experimentar sobre su gran pasión, la lectura. Un lugar para Madrid y para el mundo donde se pudiera aprender a ser más libre a través de ser lector y de entender al otro, de compartir, de conocer. Eso es La Casa del Lector. Se equivocará el que piense que después de Germán su fuerza se ha extinguido. Construyó y nos dejó una tarea ingente con instrucciones para que su nueva empresa fuera, una vez más, un éxito.

El futuro de nuestros niños
La Casa del Lector es el único nuevo proyecto de mecenazgo cultural que se pone en marcha en estos momentos en un país en el que algunos no creen y no hay nada peor que no creer en un pueblo, en sus capacidades y, sobre todo, en sus jóvenes. La Casa del Lector supone el mayor esfuerzo de la Fundación de Germán para realizar una ecuación que el anterior Alcalde Gallardón definió como un verdadero proyecto político, es decir, dedicado a las personas y su desarrollo. Cultura como inversión en el futuro de nuestros niños. Diez mil metros en Madrid, equipos y medios dedicados a leer el mundo, a entender la sociedad y ayudar a ser ciudadano. La tecnología y los nuevos medios, un gran auditorio y doce aulas serán los medios para llegar a nuestros futuros lectores y las ideas de Germán serán la fuerza para hacerlos funcionar. Gracias por hacernos partícipes de esta gran empresa.

César Antonio Molina
Director de la Casa del Lector