Anuncios políticamente incorrectos que hoy serían un escándalo

Nadie en su sano juicio se atrevería hoy a rescatar para los escenarios la parodia que Martes y Trece hizo del dolor de la mujer maltratada en aquel "Mi marido me pega". Ni mucho menos a versionar el "Ayatola no me toques la pirola"de Siniestro Total. Como en la vida real, en la publicidad han cambiado muchas cosas.

Ya sea porque la conciencia social ha evolucionado, o porque la cruel realidad ha convertido en burlas lo que en un principio no eran más que eslóganes inocentes, lo cierto es que resulta curioso echar la vista atrás a una serie de anuncios, algunos de ellos de grandes marcas. Es lo que ha hecho en Estados Unidos la página Oddee.com y ha completado kurioso.es.

"Cada día Humble produce suficiente energía como para derretir siete millones de glaciar". De esta forma tan poco respetuosa con el calentamiento global sacaba pecho en 1962 esta petrolera en la revista "Life". Y abundaba aún más: "Este glaciar gigante se ha mantenido durante siglos sin derretir. Sin embargo, la energía proporcionada por el petróleo de Humble -si se convierte en calor- puede hacer que se derrita a un ritmo de 80 toneladas cada segundo".

Tampoco hoy pasaría el marchamo ecologista el anuncio de la Consejo de Energía Norteamericano, sorprendentemente reciente (1999), que asegura que "los árboles no son las únicas plantas buenas para la atmósfera: la energía nuclear significa aire limpio", ni el de una marca anticongelante que proclamaba "la victoria sobre el frío"ante un agresivo oso polar (1940).

Un secador de pelo y un rifle
Pero hay muchos más. En 1972 una marca de secador de pelo se burlaba de una mujer calva sugiriendo que "incluso si no lo puedes usar es divertido tenerlo". La compañía aeronáutica Douglas, por su parte, elegía para demostrar la expectación que generaban sus aviones a dos niñas a las que prácticamente se les veía la ropa interior.

La infancia era también el argumento de una marca de lámparas que en los años 60 mostraba a una madre colocando a su bebé justo debajo del foco para demostrar que era inocua, o el de la bebida Canada Dry, que en los años 30 eligió a un niño con unas copas de más y la botella en la mano como imagen de la campaña.

Y además de la bebida, las armas. "Suspirando por un rifle King Air", rezaba el anuncio de una marca de armas bajo la imagen de tres niños mirando con resignación a la cámara por no tener la suerte de disfrutar de tan preciado "juguete".

En otros casos, como hace notar kurioso.es, la cruel realidad en forma de trágico accidente convierten en broma macabra eslóganes como el de la fábrica de pesticidas de Bhopal, responsable de miles de muertes: ("La ciencia ayuda a construir una nueva India").

O de este fabricante de amianto, un material cancerígeno: "Cuando la alarma de fuego se disparó, tuvieron dos horas para evacuar las torres gemelas… gracias al poder retardante de Asbestos". Esta sustancia, precisamente, provocó decenas de muertes por aspiración tras la caída de las torres el 11-S.