Bogotá
Ave María Purísima esto es un atraco
A buen seguro que el sacerdote Wilson Morales habrá escuchado todo tipo de pecados en confesión. Pero lo que no esperaba era presenciarlo en directo. Y mucho menos ser la víctima de él.
Se acercó al confesionario con humildad, como cualquier otro pecador, dispuesto a confesar su secreto. Una pistola en el bolsillo. Y, de pronto, una amenaza. ¿Ave María Purísima? "Padre, deme todo el dinero que tenga".
Ocurrió en la parroquia de la Virgen del Carmen situada en el centro de Ibague, una ciudad situada a 212 kilómetros de Bogotá. El padre salesiano Wilson Morales había administrado el sacramento de la confesión a unos cuantos fieles cuando se le acercó un hombre a su confesionario.
De improviso, este individuo sacó una pistola y obligó al religioso a darle el poco dinero que llevaba encima. Después, salió de la iglesia a la carrera sin dar tiempo a que fuera detenido.
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