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«No hay nada más democrático que la playa»

Le apasiona España, pese a la manía que tenemos de no parar quietos en el mismo bar. Cree que el auge del español en Brasil es imparable «por pura necesidad». «Será la lengua de los negocios», asegura.

«No hay nada más democrático que la playa»
«No hay nada más democrático que la playa»larazon

Carioca de nacimiento y diplomático de carrera desde hace 34 años, reniega del intrusismo de los políticos en su terreno. Ha pasado por Estados Unidos, Japón (aprendió japonés), Alemania y Reino Unido. «Todos destinos fríos, menos mal que me tocó España», bromea. Cumple su primer año como embajador, aunque su primera visita a España fue en 1984.–¿Qué cambios ha notado desde entonces?–España no estaba tan desarrollada. Madrid me parece hoy más viva, más alegre, con muchas más opciones de ocio.–¿Hay paralelismos entre el desarrollo español y el brasileño?–Los ritmos hasta ahora eran parecidos aunque no en el mismo periodo de tiempo. Cuando Brasil está muy bien, España no tanto. Pero nos compensamos.–¿Qué es lo que más le choca de las costumbres españolas?–La manía que tienen aquí de quedarse de pie en los bares y cambiar constantemente. En Río nos sentamos y nos quedamos tres horas. Los españoles llegan al bar y ya están saliendo a otro. Es como un maratón de bares.–¿Cómo trata la prensa española a Brasil?–Lo que ocurre es que los propios medios brasileños miran lo negativo. No vamos a negar la realidad, Brasil tiene problemas y grandes desigualdades. Pero debería haber más equilibrio.–¿Notaron cierta campaña de los medios españoles antes del fallo de los Juegos Olímpicos?–Sí, hubo cierta tendencia a descalificar las cualidades de Río. Pero me parece normal, la pasión es parte de la esencia humana.–Luego les dimos la enhorabuena, de corazón.–Estoy seguro de que los madrileños iban con Río como segunda opción. Además los Juegos son una oportunidad excelente para las empresas españolas. Tanto que puede que algunas hicieran campaña por Río. –Lula ha sido elegido por la revista «Time» el líder más influyente del mundo. ¿Qué valoración hace de sus ocho años?–Muy positiva. Tiene una aceptación como si estuviera recién llegado. Con Lula, 24 millones de brasileños, media España, han ascendido a la clase media. Además ha dado un ejemplo democrático al no aceptar que se hicieran cambios en la Constitución para un tercer mandato. Es una prueba más de que la democracia está consolidada en Brasil.–¿No lo estaba ya?–Sí. La estructura de la sociedad brasileña es muy democrática. No hay nada más democrático que la playa. La gente no sabe quién es el que está al lado. –¿Se disputan Brasil y España la hegemonía diplomática en Suramérica?–Hay espacio para los dos. Lo que tenemos que buscar es apoyar la democracia en el continente. Cada uno tiene sus propios intereses y sus propios métodos de resolver los asuntos, como en el caso del golpe en Honduras. –¿Sigue siendo tan rigurosa la entrada de brasileños?–El tema de los no admitidos nos llevó a una crisis. Las autoridades españolas aún no han comprendido que para nosotros es muy difícil aceptar que España ponga una barrera a la entrada de brasileños cuando hay montones de españoles en Brasil. –La gran pregunta: ¿quién va a ganar la Liga?– Eso es muy complicado... (ríe), y me da un poco igual. Soy más del Atleti. Cuando voy al Calderón, parece que estoy en Maracaná. El fútbol es pasión, por eso me gusta el Atleti. Y además, es el equipo de Moratinos... (ríe).–¿Qué le pasa a Kaká?– No está en su mejor momento, pero es un jugador espectacular. Igual es un problema de estrategia, de su posición.–¿Gana Brasil el Mundial?– Claro. Eso seguro.–Qué tienen cinco... ¡déjenos ganar el primero!– Si no tienen ninguno, no les hace falta. –No será mejor que lo ganen en Brasil en 2014 para evitar otro «Maracanazo». Por cierto, ¿quién juega mejor? – Hay debate. Están en la misma Liga. España está muy bien, pero jugar contra Brasil es diferente.–Una duda: ¿ese ritmo al caminar, lo maman desde la cuna?– Es parte de la cultura de playa.–Pues nosotros estamos rodeados de playas y no es lo mismo.– Ya, pero no viven en la playa. En Brasil, con ese tremendo calor, vivimos semi-desnudos, el ritmo es más tranquilo, sosegado.–El crecimiento demográfico de Brasil es increíble. ¿Se plantean importar la política del hijo único china? – No creo que haga falta, hay sitio suficiente. Tanto como para que venga gente de fuera. Somos una sociedad sin prejuicios.

SUS FAVORITOSUn lugar«Bonito, en Mato Grosso del Sur, es un lugar de ríos enormes donde puedes ver el fondo y los peces sin dificultad. Es el paraíso. Otro destino más conocido es Fernando de Noronha. Es una isla en el noreste con unas playas increíbles. De España quiero verlo todo, pero me encantan Granada y Sevilla».Un sueño«Preservar la Amazonía sin condenar a sus 24 millones de habitantes a vivir en el siglo XVII. Tienen derecho a vivir con dignidad y para ello tenemos que encontrar un equilibrio. De todas formas, no toda la Amazonía es selva. Hay partes de sabana y no es que se haya talado. Siempre hubo sabana».Un plato«De España me quedo con la paella. En la Casa de Valencia, en Madrid, la hacen espectacular. De Brasil, un caldo de camarones, yuca y tomate».