Cataluña
María Pagés vuelca su alma ante el espejo
Barcelona- Cuando éramos pequeños, con un seis y un cuatro pintabas uu autorretrato. El resultado era muy picassiano. Nada que ver con los autorretratos de Rembrant o Van Gogh, desde luego. Lo cierto es que pintar, moldear y describir la imagen que tenemos de nosotros mismos ha sido una de las obsesiones del artista moderno. Hacerlo bailando flamenco es más difícil, pero eso es lo que ha intentado la bailaora y coreógrafa María Pagés, Premio Nacional de Danza. Tras su éxito en el Grec con «Dunas», ahora regresa a la cartelera barcelonesa con su proyecto más personal.
Con un poco de «rap»
El Teatre Poliorama presenta, del 31 de agosto al 19 de septiembre, «Autorretrato», un montaje en el que Pagés ha volcado toda su alma. «La compañía cumplía 20 años y me interesaba poder expresar qué soy yo en este momento de mi vida. De manera simple, he intentado decir cómo soy, como bailaora y como mujer», aseguró ayer la coreógrafa.
La inspiración para la pieza le vino del mítico Mikhail Baryshnikov, que invitó a Pagés a bailar a su centro de arte. Ella pensaba que tenía que ir con su compañía al completo, pero Baryshnikov insistió en que no quería parafernalias, sólo un retrato íntimo de ella misma que mostrase toda la potencia que tiene dentro. «Me hizo cambiar mi forma de trabajar, mi orientación a la hora de enfrentarme a una coreografía. No tenía que mover las piezas para crear un discurso, tenía que meterme muy dentro de mí misma y sacar lo más profundo de mi ser hacia afuera», aseguró Pages.
El resultado de aquella colaboración con Baryshnikov la sorprendió tanto que quiso investigar más hasta lograr un espectáculo de gran formato. «La verdad es que me ha ayudado mucho a conocerme, tanto como creadora como persona», afirmó.
El montaje está dividido en cuatro partes. La primera nos traslada al estudio, a la sala de ensayo, «donde paso más tiempo», en un espacio lleno de espejos donde, al igual que hacía Antonio Gades, los utiliza como parte de la coreografía. La segunda parte, «La poesía», nos lleva a su hogar, una habitación llena de retratos, desde su infancia hasta hoy día. «No paso mucho tiempo en mi casa, pero siempre es un lugar importante para mí», comentó.
En «La compañía», nos adentramos en el corazón de los camerinos, donde ella, junto a su elenco de baile, vive el último nerviosismo antes de salir a escena. Y para acabar, «Libertad», en que explota el júbilo de poder salir al escenario. «Hay mucho trabajo en cada baile y eso se nota», aseguró.
Con un elenco de siete bailarines y música en directo, Pagés repasa los distintos palos del flamenco y se reserva algunas sorpresas, como cantar. «No canto, es más recitar. La gente dice que he hecho un "rap", pero no es más que un tanguillo de Cádiz», bromeó la bailaora, que ya tiene nuevo espectáculo bajo el brazo, «Miradas», que estrenó en junio.
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