Operación Policial
El ladrón que drogaba con ketamina
La Policía Nacional detuvo ayer en Madrid a Abdelillah T., un joven de 25 años de origen marroquí, presuntamente culpable de nueve robos con violencia e intimidación. Su «modus operandi» consistía en ir a discotecas donde entablaba conversación con sus víctimas.
Cuando ya había conseguido su confianza y tenían algún despiste, aprovechaba para echar ketamina en sus copas, una sustancia empleada como anestésico veterinario. Sus efectos se aprecian a los 15 minutos de haberla ingerido y pueden durar de dos a tres horas, dependiendo de la persona. Las consecuencias pueden ser muy peligrosas, llegando a provocar problemas cerebrales irreversibles a largo plazo. La mezcla de esta droga con el alcohol provocaba el aturdimiento de las víctimas, incluso llegaban a perder el conocimiento. Era entonces cuando Abdelillah les preguntaba el número pin de sus tarjetas, con las que realizaba varias compras, y les robaba los objetos de valor que llevaran en ese momento. Los afectados se despertaban al cabo de unas cuantas horas, ya de día, tirados en la calle o en sus domicilios totalmente desorientados.
Actuaba de noche por el centro
Después de varias denuncias similares, la Polícia comenzó una investigación a mediados de marzo para detenerle, siguiendo las pistas que habían dado las víctimas sobre su físico y los lugares que frecuentaba para llevar a cabo los robos. La operación fue llevada a cabo por la sección de Policía Judicial de la Comisaría de Centro, perteneciente a la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Los agentes establecieron el dispositivo alrededor de la zona en la que actuaba, siempre en los bares y discotecas del centro y por la noche, nunca a la luz del día, hasta que dieron con él. En el momento de la detención, el arrestado llevaba encima varios objetos que había sustraído a sus víctimas esa misma noche. Ahora se encuentra detenido y a la espera de pasar a disposición judicial.
Un policía de paisano, atropellado en la Castellana
Un policía de 30 años resultó herido ayer después de ser atropellado por un autobús de la EMT en el lateral de la Castellana, a la altura del número 59. El hombre cruzó por el carril bus, a pocos metros de un paso de peatones. Tras el impacto con la luna delantera, el joven quedó tendido en el suelo. El personal del Samur que le atendió le diagnosticó un traumatismo en la cabeza y una posible fractura de cadera, por lo que fue trasladado al Gregorio Marañón.
El conductor también tuvo que ser atendido por sufrir una crisis de ansiedad.
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