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El Consejo Seguridad de la ONU vuelve a guardar silencio sobre Siria

El Consejo de Seguridad de la ONU guardó hoy silencio una vez más sobre la violencia en Siria, a la espera de alcanzar un acuerdo sobre cómo responder al recrudecimiento de la represión contra los manifestantes y mientras los países europeos presionan nuevamente para condenar a Damasco.

La reunión de urgencia que mantuvieron hoy los miembros del máximo órgano internacional de seguridad para analizar la situación en el país árabe concluyó con el único acuerdo de postergar hasta el martes las conversaciones sobre cómo responder a la nueva ola de represión orquestada por el régimen de Bachar al Asad, que el fin de semana dejó al menos 120 muertos.
"Todos los miembros expresaron su preocupación ante la escalada de la violencia"en Siria, dijo al término de la reunión el presidente de turno del Consejo, el embajador indio Hardeep Singh Puri, al tiempo que comunicó que decidieron reunirse de nuevo mañana, martes, para analizar qué tipo de respuesta se da a la situación.

"Me siento alentado por el hecho de que mañana el Consejo de Seguridad se centrará en el asunto sirio, ya sea en el marco de un texto específico presentado por algún miembro o en base a nuevas ideas", indicó Puri, quien calificó de "constructivo"el ambiente de trabajo en las consultas mantenidas con carácter de urgencia.

Puri señaló así que será el 2 de agosto cuando el máximo órgano de seguridad estudie las propuestas de sus distintos miembros, pero evitó detallar si, tras los últimos violentos acontecimientos en Siria, existen posibilidades de que se apruebe la resolución de condena a Damasco que lleva dos meses bloqueada ante la oposición de China y Rusia, y varios miembros temporales del Consejo, incluida India o Brasil.

Los países de la Unión Europea (UE) que se sientan en el Consejo de Seguridad -Francia, Reino Unido, Alemania y Portugal- apostaron de nuevo hoy, apoyados por Estados Unidos, por que se apruebe una resolución contra Damasco y, según explicó el representante alemán, Miguel Berger, esos países volvieron a circular un proyecto de resolución en ese sentido.

"Es esencialmente el mismo proyecto de resolución de condena que hicimos circular a finales de mayo. Lo hemos actualizado con los acontecimientos de los últimos dos meses y esperamos avanzar hacia su aprobación", aseguró Berger, quien tildó de "atroces"los ataques contra los civiles acontecidos en las últimas horas en Siria.

El diplomático alemán señaló que espera que "aquellos miembros del Consejo de Seguridad que eran reticentes a apoyar una resolución reconsideren su posición"y se pueda lograr una aprobación que cuenta con el apoyo de Estados Unidos, pero a la que se habían opuesto antes India, Sudáfrica, Brasil y Líbano.

Otras fuentes diplomáticas europeas señalaron a la salida de la reunión que será ese texto europeo el que el martes esté sobre la mesa del Consejo e indicaron que la voluntad de los países de la UE es que el órgano reaccione "de la manera más contundente y ésa es una resolución de condena".

Las mismas fuentes señalaron, sin embargo, que están "abiertas a negociaciones sobre el texto"para que sea más aceptable para los países que se han opuesto a él con anterioridad.
"Estados Unidos apuesta por una resolución y la apoyamos firmemente. No entendemos por qué otras delegaciones no hacen lo mismo especialmente tras los acontecimientos de los últimos días", dijo por su parte la embajadora estadounidense, Susan Rice.

El bloque occidental apuesta así por una resolución, pero a Rusia, que ha bloqueado con su poder de veto y junto a China cualquier condena a Damasco en los últimos meses, sigue sin agradarle esa idea, ya que la considera "excesiva", según indicó a la salida de la reunión el embajador ruso, Vitaly Churkin.

"Creo que es posible que alcancemos un acuerdo, pero si algunos miembros del Consejo asumen que algunas de sus propuestas son extremas", dijo Churkin, quien reconoció que su apuesta es que se emita una declaración presidencial o un comunicado a la prensa en la que el Consejo condene la violencia, pero no una resolución.

El diplomático ruso señaló que su delegación está ahora a favor de que el Consejo de Seguridad hable y condene la violencia, pero que quiere evitar "un texto que reproduzca el escenario de Libia", en alusión a la resolución 1.973 que permitió los ataques contra el régimen de Muamar el Gadafi para proteger a los civiles libios.