«José y Pilar»: A ella que tardó en llegar

«A Pilar, que todavía no había nacido y tanto tardó en llegar». Es la dedicatoria a su mujer que el ya desaparecido José Saramago escribió en «Las pequeñas memorias». Ciertamente, el documental de Gonçalves Mendes, cuya cámara sigue desde muy cerca a la pareja, en ocasiones casi pegado al Nobel mientras éste redactaba «El viaje del elefante» (a la postre, el último libro del autor), refleja la perfecta simbiosis que existió entre ambos, aunque la vida de los dos y la periodista llevase un ritmo endemoniado. Viajes que casi se encadenan (a México, Argentina, España, Lisboa, Finlandia...), extenuentes, kilométricas firmas de libro, ruedas de prensa, asistencia a estrenos de teatro, lecturas, entrevistas, decenas de entrevistas... Y Saramago, que durante un instante del filme, asevera: «Empieza a parecerme absurda esta manera de vivir».

Entregado, no obstante, a la literatura y a su manera de entender el mundo, continuó pronunciando conferencias hasta cuan- do le fallaba la voz. Siempre con Pilar al lado, su mujer, su entregada y fiera asistente, la compañera de Saramago hasta más allá del final.