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Moda flamenca

La Razón
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18 años ha cumplido el salón de la moda flamenca (SIMOF). Ya es mayor de edad y lo ha hecho con fuerza y éxito. Como siempre hay «almas caritativas» que comentaban que sería difícil su continuidad, ya que no iba a contar con la ayuda del nuevo Ayuntamiento, afortunadamente ha pasado todo lo contrario. El alcalde Zoido y su equipo están por participar y ayudar a todo lo bueno para la ciudad, por eso el alcalde y su teniente de alcalde estuvieron en la inauguración de la pasarela. Porque saben que la moda flamenca es un fuerte activo para la imagen de la ciudad, que pone uno de los emblemas de Andalucía, sus bellos trajes a la vista de todo el mundo, que además se ha creado una industria y por lo tanto muchos puestos de trabajo, con los talleres que confeccionan estos artículos, que no solamente se venden en Andalucía o España. De siempre se han exportado a muchos países. Japón ha sido un gran comprador y últimamente hasta China. Comenzó el salón con la pasarela de jóvenes diseñadores, importante para que siempre haya una renovación en los creadores. Por supuesto, en la parte juvenil hay de todo, como tiene que ser, desde algunos que se les ve ya los brotes del ingenio a otros que no pagan ni con la vida, que decía una amiga mía con tendencia a lo trágico. Por la tarde la maestra Pilar Vera abrió los desfiles profesionales. Estuvo como lo que es, como una grande. Siguieron los pases en los que siempre hay creatividad hecha expresamente para la pasarela, donde que hay que dar espectáculo, por eso sobran esos comentarios que muchos de los vestidos son imposibles para la feria o el Rocío. Pasa igual en la alta costura o en el pret'aporter, no todo luego se vende. Dentro de lo original, hubo un diseño con estética de la Virgen de la Macarena, que tenía respeto y gracia. Cerró la primera jornada Vicky Martín Berrocal con una colección que titula «Amar por Amar». Diseños bellísimos con un aire a lo Valentino, con una costura magnifica. Como siempre Laura Sánchez puso en pie al público que abarrotaba las gradas, nadie como ella para pasear un traje de flamenca.