Vitoria

Bildu convierte las fiestas de Leiza en un aquelarre proetarra

Agosto es el mes por excelencia de las fiestas patronales en los pueblos. Pero parece que Bildu está dispuesta a colocar en el centro de las celebraciones sus reivindicaciones más cercanas a ETA. En las localidades que gobierna la izquierda abertzale han utilizado la excusa del mes clásico de fiestas populares para, una vez más, evidenciar su sintonía con la banda terrorista.

En la imagen, los encapuchados entran en la plaza del pueblo navarro con carteles en favor de los presos etarras.
En la imagen, los encapuchados entran en la plaza del pueblo navarro con carteles en favor de los presos etarras.larazon

La última demostración de este empeño abertzale por copar las fiestas municipales tuvo lugar el miércoles en la localidad navarra de Leiza, donde gobierna Bildu con mayoría absoluta y donde el «chupinazo» inicial de las fiestas se convirtió en un aquelarre a favor de los presos etarras sin parangón este verano. El primer acto del vodevil proetarra fue protagonizado por una decena de mujeres de la asociación «Euskal Herriko Bilgune Feminista». La portavoz de este colectivo tomó la palabra para recordar la labor de las mujeres trabajadoras, entre ellas la de la presunta etarra Jone Lozano, detenida en marzo en Francia y que en el momento de su arresto llevaba una pistola y 48.000 euros en efectivo. A su alrededor, sus acólitas mostraban pancartas con el lema «Presos vascos y exiliados, a casa» y lucían camisetas con la imagen de Lozano.

El segundo acto corrió a cuenta de cinco encapuchados vestidos de blanco y con la cara tapada que, antes de que la la mecha prendiera, tomaron la plaza del municipio navarro y mostraron una pancarta con el lema «No estamos todos» y las fotografías de varios presos de la banda terrorista.

Una vez que ya quedó inagurada la semana de fiestas, las proetarras se marcharon del balcón consistorial dejando un cartel colgando de la fachada con sus reivindicaciones a favor de los presos. En los preliminares del «espectáculo» se celebró un brindis, tal y como marcaba el programa oficial de fiestas, en honor a los presos de la banda. Como «atrezzo», la plaza del Ayuntamiento se tiñó de pañuelos de color verde con la palabra «Independencia».

Investigación policial

El Gobierno de Navarra condenó ayer con rotundidad todos estos actos «deleznables» de exhibición proetarra, como también lamentó que por acción u omisión, el Ayuntamiento gobernado por Bildu permitiera una humillación especialmente dura para las familias de los leizarras víctimas de la banda. Por todo ello, el Gobierno Foral encargó ayer una investigación a la Policía sobre los actos del miércoles.

Este municipio situado al norte de Navarra y con una población cercana a las 3.000 personas no olvida a los tres leizarras asesinados por la banda terrorista. Por ello, el secretario general de UPN, Carlos García Adanero, tachó de «vergonzoso» que Bildu pueda gobernar en ésta localidad y que «permita campar a sus anchas a ETA». El PP navarro exigió ayer a la Delegación del Gobierno que adopte medidas para que «no se repitan» actos de este tipo. El partido liderado por Santiago Cervera pidió explicaciones a la Delegación del Gobierno en Navarra, que «también tiene competencias para mantener el orden público en las fiestas».

Por otra parte, los socialistas navarros acusaron a Bildu de manchar el nombre de Leiza, ya que para el secretario general del PSN, Roberto Jiménez, los hechos previos al chupinazo representaron «una vuelta a los viejos tics de la izquierda abertzale». Asimismo, para el líder de los socialistas navarros, que Bildu permitiera esos actos de «peor gusto» es una manipulación política de un ambiente festivo.

La coalición abertzale gobierna en Leiza desde las pasadas elecciones municipales de mayo, en las que obtuvo 9 de los 11 concejales posibles, así como la alcaldía, que ostenta Oier Eizmendi Astibia, de 22 años. El Consistorio cuenta con 2,9 millones de euros de presupuesto para este año.


Y ahora, a por los toros de Vitoria
La coalición abertzale ha abierto un nuevo frente de batalla... contra los toros. Si ya propuso suprimir las corridas de toros de San Fermín (pero no los encierros) ayer, sus concejales en Vitoria, Itziar Amestoy y David Pina, abogaron por eliminar los festejos en la capital de la comunidad autónoma vasca. Los abertzales argumentaron su petición en que, «al maltrato a los animales subvencionado con dinero público», se suma que esta parte de las fiestas de la Virgen Blanca «es deficitaria».