Actualidad
Volver a la Iglesia por Santiago Martín
Recibir el sacramento del bautismo ha sido, en países como España, una tradición. Eso no es, por sí mismo, nada malo. En este caso es, incluso, algo bueno. Pero se ha hecho evidente para todos que esa tradición, sobre todo cuando quien es el sujeto de la misma es un niño, debe estar unida a una imprescindible formación.
No se trata de ser católico porque sí, o porque lo eran mis mayores, como si estos argumentos bastaran. Se trata de serlo, y de querer que lo sea uno de los nuestros, porque se es consciente del don que representa ser seguidor de Jesucristo. En un contexto cada vez más laicista y por ello cada vez más hostil, el que libremente elije ser católico y que lo sean sus hijos, tiene que saber bien lo que hace y por qué lo hace. Por eso, la Iglesia, desde hace ya muchos años, ha establecido unos cursos prebautismales obligatorios para padres –y a veces también para padrinos– donde se les explica no sólo en qué consiste hoy ser católico, sino también cuál es la responsabilidad educativa que asumen al pedir el bautismo para sus hijos o apadrinados.
Estos cursos se han convertido, además, en un eficaz instrumento de nueva evangelización, pues para muchos padres representa la oportunidad de volver a acercarse a una Iglesia de la que se alejaron sin romper con ella. Y no son pocos los que, tras esos cursos, se integran plenamente en la práctica religiosa que tuvieron de niños.
Santiago Martín
✕
Accede a tu cuenta para comentar