Lógica y éxito

La exitosa intervención de Rajoy podría analizarse desde el «lleno total» que ratificó su actual poder de convocatoria. Allí estuvo el «todo Madrid» político-financiero-económico-social, también puede observarse la presentación en sociedad de su alternativa económica. Se supone que a partir de hoy nadie seguirá insistiendo en que el PP carece de ella y se limita a destruir las propuestas ajenas. Las medidas enumeradas ayer por Rajoy son las que venía defendiendo desde hace tiempo. Como no hay mayor sordo que el que no quiere oír, algunos no se daban por enterados porque les conviene para así tener un falso argumento contra el adversario político. Rajoy estuvo como suele ser él, convincente en el regate corto, seguro y clarísimo. No se mostró partidario de acudir con dinero público al auxilio de las entidades financieras que hayan sido mal gestionadas y defendió la reforma de los estatutos de las cajas de Ahorro y la no presencia de cargos políticos en sus órganos de Gobierno. Apostó por la estabilidad presupuestaria y por ordenar el follón que supone tantas administraciones prestando idénticos servicios. En fiscalidad, la receta que ya aplicó el PP en 1996 cuando llegó a gobernar a una España destrozada por la mala gestión del PSOE: rebaja selectiva de impuestos para fomentar la actividad económica. En fin, nada que se aleje de lo previsible en alguien con sentido común , dos cualidades revolucionarias en la España de hoy.