Conflictos religiosos

Cristianos de Oriente por Gustavo de ARÍSTEGUI

La Razón
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Siriacos, maronitas, melquitas, ortodoxos, caldeos, asirios, nestorianos, coptos, latinos, protestantes de diversas ramas e incluso los armenio-católicos de Oriente Medio, ya arabizados. Son todos cristianos, y además étnica, cultural y lingüísticamente árabes. El nacionalismo árabe cuenta entre sus pensadores y fundadores a cristianos.

En Oriente Próximo las comunidades cristianas árabes han sido esenciales en la independencia de esos países, han formado parte de sus elites políticas, económicas y culturales. Antes del Concilio Vaticano II, sólo los católicos de Oriente podían celebrar la misa en árabe. Entre los palestinos llegaron a ser más del 15% hoy no llegan al 5%. La presión islamista, los atentados y en algunos países, no en todos, la restricciones al culto, las discriminaciones visibles, y sobre todo las invisibles, les han forzado al exilio.

Los musulmanes moderados lamentan su partida, censuran su persecución y condenan los atentados que sufren. Para los moderados son «gentes del Libro», monoteístas que deben ser respetados. Perseguir a cristianos, y mucho más asesinarlos, es profundamente antiislámico. Eso mismo han declarado un número de imanes importantes, que subrayan la obligación de defender a los cristianos, de respetarlos, diciendo que son elementos esenciales de sus comunidades, y que sin ellos pierden en riqueza, diversidad y tolerancia.

Bien distinto es el caso de los cristianos en países donde no hay comunidades originarias, y los que hay son expatriados o conversos. Éstos son perseguidos de forma implacable, puesto que se les considera el peor tipo de apóstata, y en algunos países el delitos de la apostasía está castigado con la muerte. Un defensor de la tolerancia y enemigo jurado del islamismo radical fue el gobernador del estado de Punjab, Salman Tasir, vilmente asesinado por uno de sus escoltas por oponerse a las acusaciones insidiosas de blasfemia contra algunos cristianos. Su ejemplo no ha muerto y debemos honrar tanto la memoria de los cristianos víctimas del fanatismo como la de los musulmanes que son perseguidos y asesinados defendiendo la moderación, el respeto y la lucha valiente contra la barbarie fanática yihadista.


Gustavo de Arístegui