Barcelona
Troitiño detenido ayer en Londres estaba conectado con la«dirección» de ETA
MADRID-La Comisaría General de Información de la Policía española se apuntó un gran éxito con la detención en Londres del etarra Antonio Troitiño Arranz, que fue excarcelado, por error, el 13 de abril de 2011. Desde entonces, se encontraba en ignorado paradero, pero se daba como seguro que había recibido cobertura de la banda terrorista. Este extremo ha quedado demostrado, ya que junto a él se encontraba otro etarra huido de la Justicia, Ignacio Lerín.
Clandestinidad
Troitiño, un experto en la clandestinidad, que aprendió junto con otro miembro del «comando Madrid», Ignacio de Juana Chaos (que aún permanece huido), vivía como realquilado en un piso, contratado por terceras personas, que han sido arrestadas. Ello le evitaba tener que presentar documentación, la legal o la falsa. Lo mismo ocurría con Lerín.
Según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas, este sistema para eludir a las Fuerzas de Seguridad ha sido utilizado con frecuencia por miembros de «comandos» etarras. Ahora, no les ha servido de nada, ya que la Policía española, en estrecha colaboración con la inglesa, han dado con el paradero de Troitiño y Lerín.
Los arrestos se produjeron a las cinco de la mañana, en el barrio de Hounslow, cerca del aeropuerto de Heatrowh. A lo largo del día de ayer, la Policía Metropolitana londinense registró, al menos, dos viviendas de la zona, según comunicó Scotland Yard's. Al ser presentados ante la Justicia, Troitiño y Lerín rechazaron ser extraditados a España, por lo que en julio se celebrará una primera vista.
Ambos terroristas, que, al parecer, no habían comunicado a los que les habían acogido su condición de miembros de ETA, hacían vida normal con el fin de tratar de pasar desapercibidos.
La fuga de Troitiño, que provocó una inmensa irritación entre las víctimas, le había convertido en un mito y en un auténtico referente dentro de la banda terrorista. Uno de sus familiares hizo de portavoz en una reciente rueda de prensa de Etxerat, la organización que agrupa a los familiares de los presos etarras. Según las referidas fuentes, el pistolero tenía conexión directa con la actual «dirección» de la banda criminal.
Antonio Troitiño, «Antxon», nació en 1957 en Tariego de Cerrato (Palencia). Es responsable de más de 20 asesinatos en diversos atentados terroristas, la mayoría de ellos cometidos en el «comando Madrid». Su hermano Domingo, originario de la misma localidad, formó parte del «comando Barcelona» y fue uno de los autores de la matanza de Hipercor en Barcelona.
Está reclamado por una Orden Europea de Detención dictada por la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, por pertenencia a banda armada, desde abril de 2011.
Troitiño ingresó en ETA en los años 80, en el «comando Aizkora», autor de múltiples atentados terroristas entre los años 1982 y 1984 y de los asesinatos de Lorenzo Mendizábal Ituarte en Irún y el del miembro de la Guardia Civil Ángel Zapatero Antolín. En 1985, se integró en el «comando Madrid». Las acciones criminales de esta célula fueron especialmente sangrientas, como el brutal atentado perpetrado contra un autobús de la Guardia Civil en la Plaza República Dominicana de Madrid, en el que fallecieron 12 guardias civiles y resultaron heridas otras 51 personas entre miembros de la Benemérita y ciudadanos. Antonio Troitiño fue quien accionó el dispositivo.
«Comando Urederra»
Por lo que respecta a Ignacio Lerín, «Belea» nació en 1973 en Pamplona (Navarra). Está reclamado por una Orden Europea de Detención dictada por el Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, por pertenencia a banda armada y tenencia de explosivos.
Formó parte del «comando Urederra», aunque, previamente, había sido detenido en el año 1991 por cometer acciones de violencia callejera.
Un error de la Audiencia adelantó su excarcelación y permitió la huida del terrorista
El histórico miembro del «comando Madrid» huyó de España aprovechando un error de la Audiencia Nacional. Estaba previsto que permaneciera en prisión hasta el 17 de enero de 2017, en aplicación de la «doctrina Parot». Sin embargo, una nueva liquidación de sus 2.746 años de condena permitió su excarcelación. El sanguinario etarra salía así de prisión habiendo cumplido poco más de un año por cada uno de sus 22 asesinatos. La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, presidida por Alfonso Guevara, accedió el 13 de abril de 2011 a realizar una nueva liquidación de condena basándose en la interpretación de una sentencia del Tribunal Constitucional, que computa como prisión preventiva de una causa el tiempo que el preso permanece en la cárcel mientras cumple condena por otros delitos. Así, la Sala descontó los seis años que permaneció en preventiva Troitiño del máximo legal de 30 años de cumplimiento efectivo. La Fiscalía solicitó que se dejara sin efecto la puesta en libertad de Troitiño amparándose en la jurisprudencia del Tribunal Supremo, que en marzo de ese mismo año ya había dejado claro que la prisión preventiva debía descontarse, sucesivamente, de cada una de las penas impuestas y no del tope legal de 30 años. Cuando Guevara rectificó y dictó una orden de busca y captura contra Troitiño, era ya demasiado tarde. El etarra se había fugado.
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