Francia

Los secretos de Murillo: negro de huesos lapislázuli y malaquita

Esmalte azul, lapislázuli, laca roja, óxido de plomo, carbón vegetal o malaquita son algunos de los materiales que el pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo empleó en sus obras "Virgen con niño", "San Juan Bautista"y "San José y el Niño", según han descubierto un equipo de científicos del CSIC.

Gracias al uso de la técnica de microfracción de rayos X, los investigadores del Instituto de Ciencias de Materiales de Sevilla, centro dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad de Sevilla, han descubierto la composición exacta de tres de las obras de Murillo, según informa el CSIC en un comunicado.

A partir de las muestras mínimas de las obras expuestas en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, los científicos elaboraron una estratigrafía, el estudio de un corte transversal del material disponible, con el objetivo de examinar de qué manera el pintor sevillano fue incorporando los diferentes estratos o capas de preparación y de color al lienzo.

El análisis reveló que la composición de la capa de preparación común en estas tres obras estaba formada por calcita, cuarzo, dolomita y arcillas mezcladas con óxidos de hierro, mientras que la capa de imprimatura, un estrato intermedio, estaba formada por blanco de plomo (cerusita e hidrocerusita) y otros compuestos como arcillas, calcita, dolomita y óxidos de hierro.

Adrián Durán, director del estudio que ha sido publicado en la revista "Analytica Chimica Acta", señala que los pigmentos observados en estas obras como el esmalte azul han sido también detectados en obras de otros pintores del siglo XVII, como Ribera, Valdés Leal o Bocanegra.

Para estas obras, el pintor sevillano empleó también bermellón, massicot (óxido de plomo), amarillo de plomo, estaño o negro de huesos, un material que se obtiene calcinando huesos de animales.

Las conclusiones de la investigación han sido posibles gracias a un equipo de microdifracción de rayos X (micro-DRX), desarrollado en los laboratorios del Museo del Louvre por científicos del Centro de Investigación y Restauración de Museos, en Francia.

Además de la micro-DRX, se emplearon para el estudio otras técnicas más comunes en este tipo de trabajos, como las espectroscopias de infrarrojos y de Raman, una técnica fotónica de alta resolución para el análisis de materiales.