Trias suma a Barcelona a la defensa de la autodeterminación en 4 años

BARCELONA– El gobierno de Xavier Trias en el Ayuntamiento de Barcelona no consiguió ayer apoyos para aumentar las tarifas del Bicing y se vio empujado a retirar las ordenanzas fiscales del pleno por falta de respaldos para superar la votación. Pero sumó fuerzas con ICV y Unió per Barcelona (UpB), la coalición de Jordi Portabella y Joan Laporta, para sacar adelante una propuesta de los independentistas que avala la convocatoria de un referéndum de autodeterminación durante la próxima legislatura.

La proposición, aprobada conla abtención del PSC y sólo con el voto en contra del PP, deriva de la iniciativa que CiU, ERC e ICV aprobaron en el Parlament el pasado 27 de septiembre.

Visiones plurales
La proposición expresa, en forma de declaración, el reconocimiento del «éxito» de la marcha independentista del 11 de septiembre; insta al Estado a transferir a la Generalitat la competencia de convocar referendos, y anima a las administraciones a impulsar el máximo de consenso posible para llevar a cabo este proceso democrático y su consecuente hoja de ruta.

La pluralidad que se encuentra en la calle cuando se aborda el debate soberanista afloró en el pleno. El presidente del grupo municipal popular, Alberto Fernández, censuró a los partidos que ven en la crisis una oportunidad para salir de España. En concordancia con el mensaje conciliador que la plana mayor del PP, con María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría al frente, trasladó ayer a Cataluña, abogó por sumar para salir de la crisis y dialogar para aplacar el auge del independentismo.

Fernández se enzarzó en una disputa con Jordi Portabella (ERC), cuando defendió que «el derecho de autodeterminación es un principio de las Naciones Unidas para los países en vías de descolonización y es evidente que ni Cataluña es colonia de nadie, ni España metrópoli de ninguna comunidad». El republicano replicó irritado que son las declaraciones como las del ministro de Educación, José Ignacio Wert, las que dan a Cataluña un trato de colonia.

Después de que el PSC alegara que se abstiene porque lo que toca es distanciarse de la campaña y «hacer ciudad», Fernández se enfrascó en otra disputa con el alcalde. El popular defendió que igual que Cataluña quiere la independencia, también puede quererla Barcelona o los distritos. El alcalde respondió que «si Barcelona quiere ser capital de Cataluña y no Can Fanga ha de ser generosa con el territorio» y añadió que «no le suelto cuatro frescas porque estoy de buen humor».