«Ajuste de cuentas» vuelve al auxilio de víctimas de la crisis

En la primera temporada fueron derrochadores y manirrotos. En la segunda, malas inversiones inmobiliarias y grandes dispendios en coches de lujo. La tercera temporada de «Ajuste de cuentas», que se estrena hoy (21:30, Cuatro), cambia el tono: el equipo del programa, que atiende los casos de las personas que se han dirigido a ellos en busca de ayuda, se ocupará de familias enteras golpeadas por el paro y el impago de hipotecas: «atropelladas» por la crisis.
«Hemos tenido que actuar como psicólogos, porque la gente está bloqueada y hundida en su autoestima. No saben qué hacer ni cómo responder y hay familias que lo han perdido todo», señalaba Mónica García, directora del programa. Entre los casos de esta tercera temporada, hay familias en las que todos sus miembros se han quedado en el paro, y que esperan la notificación del embargo de su vivienda. «Y no salen a buscar trabajo porque están hundidas. Tres miembros de una familia comparten cama en casa de los padres de uno de ellos y no son capaces de actuar», señalaba Vicens Castellano, presentador del espacio.
Vivir en la calle
Algunas de las familias que aparecen en los nuevos capítulos «hasta se han arrepentido de tener a sus hijos», dice Castellano, que explica que, para hacer reaccionar a los afectados, les han obligado a vivir doce horas en la calle, «para que se den cuenta de lo que les puede pasar si no ponen remedio». Aunque parezca increíble, según García, también «hay familias que tienen cinco casas y no saben cómo han llegado a comprarlas», y muchas otras que ignoran por completo el tipo de interés de los créditos que han firmado. «Pero nunca es demasiado tarde», asegura.