Aluniza gafas

Los chorizos y delincuentes en general siempre andan en campaña. Su actividad no tiene horario ni fecha en el calendario. Lo mismo delinquen de madrugada que en festivo, con nocturnidad o a las claras del día. La nueva delegada del Gobierno, Amparo Valcárce, la deben haber puesto ya al tanto de la fauna delictiva de Madrid. Ahora a los delincuentes les ha dado por el método del alunizaje, que no es nuevo, pero sí novedoso por la forma en que lo prodigan. A los aluniceros les dio en un principio por las peleterías, después, por las joyerías, y cuando este tipo de establecimientos se blindaron, eligieron otros de acceso más asequible. Tienen buena vista y roban gafas en los establecimientos especializados, en las ópticas, porque tiene fácil salida en el top-manta.
Hay aluniceros y alucineros. Los primeros alunizan en escaparates a lo bestia; los segundos pertenecen a la estirpe de los que se colocan y que ahora han cobrado actualidad, después de que Güemes calificara de fumadores de brotes verdes o de marihuana a los miembros del Gobierno ZP. En campaña electoral todo es posible y disculpable. Pero ya estamos de postparto electoral; las aguas pestilentes deben volver a su cauce y los aluniceros a seguir quebrando lunas mientras la ley les permita ser reincidentes sin castigo.