Brawn reina en el caos

La temporada de Fórmula-1 tuvo un comienzo que confirmó por completo todas las expectativas creadas días atrás. La emoción, la intensidad y el caos no faltaron en el circuito de Albert Park. El reglamento ha dejado las cosas muy abiertas y, si antes dominaban dos o tres equipos, ahora las cosas son muy diferentes.En Melbourne quedaron claros varios aspectos. El primero es que Brawn GP confirmó en la primera carrera del año que su coche no se limita a ser un difusor genial y poco más. El trabajo realizado en el monoplaza es muy serio y, además, sus pilotos y el conjunto de mecánicos e ingenieros no defraudaron. Su actuación fue sencillamente excelente. Jenson Button subió a lo más alto del podio después de ejercer un dominio aplastante sobre el resto. Y eso que estuvo muy cerca de perder la vic- toria. El segundo confirma el buen momento de forma de equipos como Red Bull Racing y Sebastian Vettel, uno de los pilotos con mayor proyección de la F-1 actual; también BMW y Toyota demostraron que en 2009 hay que contar con ellos. Y por último, que escuderías como Ferrari, McLaren y Renault tienen serios problemas a pesar de que alguno de sus pilotos, Hamilton y Alonso, maquillaron este pobre rendimiento con una buena clasificación: ni en el mejor de sus sueños esperaba el inglés terminar tercero y el español quinto.Button arrancó desde la «pole» y no cometió el error que protagonizó su veterano compañero de equipo, Rubens Barrichello. Se quedó clavado en la salida y fue superado por varios pilotos. Además, en su intento por recuperar el terreno perdido, provocó un incidente que costó la retirada a pilotos como Webber, Heidfeld y Kovalainen. En este lío estuvo a punto de entrar Alonso, que no tuvo más remedio que escapar por la tierra y perder tres puestos. Sus neumáticos se ensuciaron y tardó varias vueltas en coger el ritmo. Quedó atrapado detrás del Toyota de Jarno Trulli y rodaba casi tres segundos más lento que la cabeza. A final de recta le superaron Hamilton, que partía en antepenúltimo lugar porque varió su caja de cambios, e incluso su compañero Nelsinho Piquet. Jenson Button se marchó en solitario y Sebastian Vettel se convirtió en la única amenaza. El alemán siempre se mantuvo a corta distancia, aunque sin posibilidades de superarle. En la décima vuelta empezaron los primeros repostajes con Hamilton, Massa, Raikkonen, Kubica, etc... Alonso fue de los que más cargado salió a pista y eso finalmente le benefició. Pero como no podía ser de otra manera en Albert Park, el coche de seguridad debió salir a neutralizar la prueba debido al accidente protagonizado por Nakajima, que dejó su maltrecho Williams casi en mitad de la pista. Muchos aprovecharon esta ocasión para realizar su parada en boxes, entre ellos Alonso, que, además, tuvo que esperar detrás de su compañero Piquet, que entró en la misma vuelta. Los coches se reagruparon, pero cuando se reanudó el Gran Premio, volvieron los problemas.Button se mostró intratable y de nuevo puso tierra de por medio. Ni el ‘‘KERS'' ni nada sirvieron a Alonso para recuperar puestos. Entre tanto, Massa y Raikkonen volvieron a repetir el desastre absoluto y se retiraron por averías mecánicas; eso sí, antes de nada cometieron varios errores de conducción con salidas de pista incluidas. Mientras tanto, Alonso remontaba poco a poco y se colocaba en décima posición a falta de pocas vueltas. Para entonces, su compañero Piquet había tomado ya el camino a Malasia, porque se salió a final de recta.Button y su jefe de equipo, Ross Brawn, ya acariciaban la victoria cuando, de nuevo, un incidente obligó a la dirección de carrera a sacar el coche de seguridad. Los protagonistas fueron Vettel y Kubica. El alemán viajaba en segunda plaza, pero sus neumáticos sufrieron un tremendo desgaste cuando faltaban tres vueltas. Rodaba con gomas blandas, que este año no tienen un desgaste progresivo, sino exponencial, es decir, que, de repente, bajan su rendimiento escandalosamente. Vettel intentó defender su segundo lugar cuando Kubica trató de adelantarle y ambos se tocaron. Los dos perdieron varios elementos aerodinámicos del monoplaza y metros después sufrieron sendos accidentes. Esto provocó la salida a pista del coche de seguridad hasta el final de la carrera. Barrichello acabó segundo después de numerosos errores y Trulli fue ter- cero, aunque después fuera sancionado con 25 segundos por adelantar con el coche de seguridad en pista. Hamilton acabó entonces tercero y Alonso, quinto. Los dos sumaron unos puntos preciosos que no esperaban cuando arrancó la carrera. Eso sí, lo de parar a los coches de Brawn GP es hoy por hoy una misión muy complicada.