Calderón se sacude la pena copera

Madrid- Bernd Schuster está empeñado en sacar el mayor provecho de Guti, el futbolista que ve más a imagen y semejanza del rubio en el césped que él fue, y al que considera que su carrera no le está haciendo honor a su calidad. El por qué lo tiene claro: la frágil mentalidad futbolística del canterano y su variable motivación. Schuster se ha propuesto desde que llegó al Madrid ser el mayor acicate del canterano, sacándolo del once cuando su motivación baja enteros y devolviéndolo en cuanto la temperatura de su confianza sube como la fiebre. De las enseñanzas y las oportunidades que le está brindando, el técnico sólo espera una cosa: «Una respuesta». Y ayer la encontró. Guti hizo un partido espléndido, con dos goles y cuatro pases de gol, y se llevó los elogios tanto de la zona noble del Bernabéu como del cuerpo técnico. «Cuando das la titularidad a un jugador, lo que buscas es una respuesta a la confianza que le das y es lo que está haciendo Guti. Es lo que hay que exigirle porque es un gran pasador. Me alegro de lo que está consiguiendo porque tiene más importancia para nuestro juego de lo que él a veces cree», comentó el alemán sobre el canterano.

En el palco, la goleada fue un bálsamo para el presidente Ramón Calderón, que pese a no tener todas consigo de que el equipo de baloncesto ganara la Copa del Rey desde que se supo de la lesión de Papadopoulos, no había perdido la esperanza. El fútbol le sacudió la pena copera de la canasta y Ramón Calderón, «con los pies en la tierra hasta que la Liga no esté ganada matemáticamente», no escondió su satisfacción: «Ver jugar así a tu equipo, como una máquina total, nos llena de orgullo a los madridistas. La única pega es la lesión de Robinho, lo demás ha sido perfecto: los goles, la forma de jugar, la alegría del equipo... Hemos encontrado el camino, pese a tener a tantos futbolistas lesionados. Los 25 tienen talento, calidad y una entrega permanente. Todos atacan, defienden y se ayudan. Ha sido precioso».

Además de Robinho, el duelo dejó a otros dos jugadores tocados, Ramos y Diarra, aunque estos dos, con una contractura y un golpe, respectivamente, preocupan menos que el brasileño. El «10» cayó al suelo tras un pase de Guti en el minuto 15 y los médicos solicitaron el cambio inmediato. Tiene un pinchazo en el músculo recto abdominal, que le podría tener de baja entre dos y cuatro semanas según lo que desvelen hoy nuevas pruebas diagnósticas.

Alegría al margen por la goleada, Schuster se mostró comedido. No en vano, dijo, es muy poco probable que otro rival vuelva a darles tantas facilidades. Algo así como disfrutenlo porque «pocos partidos como éste va a haber». No obstante, el alemán sacó una lectura muy positiva de «cómo respondió el equipo ante las urgencias», de cómo se acoplaron jugadores que normalmente no lo hacen juntos como consecuencia de las muchas lesiones.

De las facilidades que ofreció el Valladolid, Mendilibar no se arrepiente. Es más, si pudiera replantearse el partido, comentó: «No vendría a cerrarme. El Madrid tiene calidad para jugar con espacios o sin ellos. A lo mejor nos hubieran metido menos goles, pero hubiéramos perdido igual. El Madrid sabe a lo que juega, es consistente y letal. Le da igual no tener el balón».