Pamplona

«Capuchino» el toro que nadie quería ver

«Capuchino», el toro que nadie quería ver
«Capuchino», el toro que nadie quería verlarazon

«Capuchino» tenía los pitones llenos de sangre... Millones de personas sabían cuando «Capuchino» pisó el ruedo ayer en Pamplona que horas antes, eternas horas antes para familares y amigos, había robado la vida ya para siempre a un joven madrileño de 27 años que no quiso perderse una vez más los sanfermines. Porque los encierros son pasiones que se llevan en el alma. Y en el alma quedan. A Daniel Jimeno le costó carísimo el precio de su amor a los encierros. No era fortuito vérselas allí, intentando hacerse hueco en una talanquera, donde encontró la muerte en una certera puñalada en el cuello. Parado el tiempo de la vida y el abismo de la nada, todo resulta injusto. «Capuchino» era en la imaginación el más cabrón de los toros. Y El Fandi tenía el papelón de darle muerte después del drama vivido y latente en la memoria colectiva. Esa segunda parte, la que va tras la primera plana suele caer en el olvido. Después de correr los toros, del manido morbo de las cornadas, llega el arte asentado y justiciero del toreo. Que no se olviden.