Carlos Sastre: «Paso olímpicamente de Armstrong»

Madrid- Carlos Sastre está tranquilo. Llega al Tour con la satisfacción del deber cumplido. Es el último ganador de la carrera y fue cuarto en el Giro después de imponerse en dos finales en montaña. Está seguro, pero no confiado. «El Tour no es fácil desde el comienzo y puede pasar factura en la última semana», dice. Ahora que ha pasado los 30 hace tiempo (Leganés, 1975), disfruta de sus mejores momentos en el Cervelo, un equipo hecho a su medida. Hoy saldrá de amarillo y con el número «1», el número de los campeones.–¿Llega mejor preparado este año después de haber competido en el Giro?–Tengo buenas sensaciones. Estoy listo, sobre todo mentalmente, y también físicamente, aunque acabé el Giro agotado. Cuando acabé sólo pensaba en recuperarme, en los chuletones y el jamoncito.–¿Es la victoria del año pasado lo que le hace sentirse bien mentalmente?–La seguridad la consigues con la experiencia. Ganarlo te da la sensación de que estás haciendo las cosas bien.–¿Se siente más arropado este año en el Cervelo que el año pasado en el CSC?–El año pasado me sentía arropado y ahora me siento muy arropado. El equipo sabe qué es lo que necesito y lo que quiero. Tenemos un equipo muy fuerte.–Que la penúltima etapa acabe en el Mont Ventoux en lugar de ser la clásica contrarreloj le favorece. –Seguro. Como escalador se adapta más a mis características. Es una experiencia nueva y, si los primeros llegan con poco tiempo de diferencia, puede ser un gran espectáculo para los espectadores.–¿Vivirá un duelo especial con Contador? Son los dos últimos ganadores, pero el año pasado usted ganó sin él.–Yo he ganado un Tour sin ningún tipo de condición, pero Alberto será un gran rival.–¿Cuáles son sus favoritos para la carrera?–Contador y los Schleck, pero para mí sería un sueño compartir podio con Contador y con Menchov. Son los dos únicos ciclistas que me han ganado últimamente en las grandes vueltas.–¿Le ha cambiado la victoria del año pasado?–Este año es diferente. Tengo más tranquilidad. Ganar fue recuperar la calma, saciar el hambre.–¿Qué le parece el regreso de Armstrong?–Me da igual. Paso olímpicamente de Armstrong.