Cindy Crawford perfecta a los 43

Hace unos años, cuando se retiró de las pasarelas para dedicarse por completo a su marido, el empresario Rande Gerber, y a sus dos pequeños, aseguró que lo hacía «para no avergonzar a mis hijos» con fotos subidas de tono. Sin embargo, una suculenta oferta ha hecho cambiar de idea a la que fuera una de las súpermodelos más deseadas del planeta en la década de los 90. Cindy Crawford demuestra que el tiempo no pasa por ella en el número de abril de la revista estadounidense «Allure», un especial dedicado a la belleza y los secretos anti-edad. A pesar de que la sesión de fotos no lo refleja, Crawford asegura que «tengo celulitis, nunca lo he negado. Pero también tengo dos hijos y 43 años, así que déjenme en paz». Eso sí, la modelo reconoce que «estoy bastante bien, pero no igual que cuando tenía 23». Una época en la que rivalizó con Claudia Schiffer en portadas y desfiles de moda. Mientras la alemana reflejaba la dulzura europea, Cindy era el prototipo del sueño americano: atlética, con una melena inconfundible, y, sobre todo, un lunar junto a la boca que estuvo a punto de quitarse y que le sirvió para convertir su rostro en uno de los más rentables de la historia de la moda. Crawford también habla de sus trucos de belleza, entre los que da importancia, sobre todo, a los que dedica al cuidado de las manos y el pecho. Así, confiesa que utiliza «cremas antioxidantes para las manos, mientras que para el resto soy adicta a las lociones con protección solar, las cremas de noche y el contorno de ojos».Guiño a K. D. LangEn la sesión de fotos, la «top» hace un guiño a otra imagen mítica, la que protagonizó en 1993 en la portada de «Vanity Fair». Si entonces aparecía afeitando a la cantante K. D. Lang, una escena que dio la vuelta al mundo por polémica, ahora es ella quien se embadurna de espuma para que un futurista robot rasure su piel. Pero hay más: en otra de las fotografías, Cindy cubre sus partes íntimas embadurnada en crema, e incluso muestra cuál es su dieta enfrentándose a un bloque de pan de molde.Nacida en Chicago en 1966, Crawford ha aparecido en más de 600 portadas de revistas de todo el mundo, y durante años fue elegida la mujer más bella del planeta por la revista «People». Tras el fracaso de su matrimonio con Richard Gere, que duró desde 1991 hasta 1995, la «top» contrajo matrimonio con el millonario Rande Gerber, propietario de numerosos restaurantes y bares de copas repartidos por todo Estados Unidos, así como socio capitalista de The Penthouse, situado en el hotel Me de Madrid.