Comienza la cumbre en la que se designará a Barroso para repetir como presidente de la CE

Los líderes europeos dieron comienzo poco después de las 17:00 horas a la cumbre en la que se prevé que se alcance un acuerdo político para reelegir a José Manuel Durao Barroso como presidente de la Comisión Europea durante los próximos cinco años. Lo harán mediante un complicado procedimiento, cuyo objetivo es garantizarse el apoyo de la Eurocámara, que sólo concluirá a mediados de julio. El Consejo Europeo comienza con la tradicional reunión con el presidente de la Eurocámara, Hans-Gert Poettering. Será la última cumbre a la que asista Poettering, que deja su cargo cuando se elija a su sustituto en el nuevo Parlamento el 14 de julio. A continuación se realizará la foto de familia de los líderes europeos. La primera sesión de trabajo tendrá lugar entre las 18:00 y las 20:00 horas y comenzará con la aprobación de las garantías que Irlanda reclama para convocar un segundo referéndum sobre el Tratado de Lisboa, después de que los electores votaran 'no' en junio de 2008 y bloquearan su ratificación. Dublín quiere que se deje claro que, tras la entrada en vigor de Lisboa, se respetará la neutralidad militar irlandesa, los temas de fiscalidad seguirán sometidos a la regla de unanimidad y la UE no abordará la cuestión del aborto. Además, no se reducirá el tamaño de la Comisión Europea, como preveía este Tratado, sino que seguirá habiendo un comisario por país. Junto a estas garantías, se aprobará una declaración sobre los derechos de los trabajadores y la política social. Hay prácticamente acuerdo sobre el contenido de las garantías, pero persisten las discrepancias sobre la forma jurídica que deben adoptar estas garantías. El Gobierno irlandés reclama que se recojan en un protocolo, lo cual obligaría a una nueva ratificación por parte de todos los Estados miembros. Pero el resto de gobiernos no quieren pasar por nuevas ratificaciones y propondrán que las garantías aparezcan en una decisión del Consejo Europeo, tal y como se hizo con Dinamarca cuando rechazó el Tratado de Maastricht en 2002. Tras cerrar la cuestión irlandesa, los 27 debatirán sobre la contribución europea para la conferencia de Copenhague, que se celebrará en diciembre y que tiene como objetivo alcanzar un acuerdo internacional para luchar contra el cambio climático. La UE todavía tiene que decidir cuál será su aportación financiera para ayudar a los países en desarrollo a mitigar el impacto del calentamiento, pero no se espera un acuerdo sobre la cifra en esta cumbre. A continuación, los líderes europeos discutirán sobre la situación económica y sobre las propuestas de Bruselas para reforzar el sistema comunitario de supervisión bancaria. Los Veintisiete reiterarán que no es necesario adoptar nuevos planes de estímulo sino que, por el contrario, se acerca el momento de empezar a recortar el déficit y la deuda y recuperar la estabilidad presupuestaria. Por lo que se refiere a la supervisión, Reino Unido reiterará su resistencia a ceder poderes a autoridades europeas de regulación, sobre todo cuando está en juego qué país debe pagar cuando quiebra un banco. En la cena de trabajo, entre las 20:00 y las 22:00 horas, los jefes de Estado y de Gobierno tratarán la reelección de Barroso. El presidente de la Comisión presentará un esbozo de su programa político, que ya ha transmitido a los líderes por carta. A continuación, los líderes europeos expresarán su "apoyo político"a la continuidad de Barroso, pero sin tomar todavía la decisión jurídica correspondiente, según las fuentes consultadas. Con ello, se dará tiempo para mantener contactos informales con el nuevo Parlamento Europeo. Si la presidencia constata que hay una mayoría simple en la Eurocámara a favor de Barroso, se aprobará la decisión jurídica que lo nombra por procedimiento escrito, es decir, sin necesidad de una nueva cumbre, y se someterá a ratificación del pleno el 15 de julio. En paralelo, los ministros de Asuntos Exteriores de la UE celebrarán otra cena que estará centrada en los conflictos de Afganistán y Pakistán. Para mañana, viernes, se deja la aprobación definitiva de las conclusiones y un debate sobre la inmigración ilegal en el Mediterráneo, que fue solicitado por Italia.