Cuando la crueldad queda impune

Madrid- Su dueño no puede creer lo que le han hecho a su felino. Desde Amnistía Animal alertan de que se pueda tratar de un psicópata; el Seprona, quien lleva la investigación, cree que se pudo tratar de un juego de rol o para colgar las terribles imágenes en internet. El dueño de la gata está desolado. Primero se le escapó de su casa de Uceda, en Guadalajara. A la preocupación que supone perder un animal se unió la desagradable sorpresa de encontrarse con un cartel en la zona donde reside: un gato había sido despellejado vivo en su urbanización. Amnistía Animal (AA) buscaba a los autores de los hechos. El felino de la dura fotografía era su gata. Según cuenta Matilde Cubillo, presidenta de AA, a LA RAZÓN, fue el guarda de seguridad de la urbanización Caraquiz el que se encontró con el gato malherido. Avisó a una de las vecinas que rápidamente llamó a AA y a un veterinario. «No te puedes imaginar lo mal que lo ha pasado. Cuando llegó, se topó con una de las escenas más espeluznantes que ha visto en su vida: un gato agonizante, retorciéndose de dolor, al que le habían arrancado limpiamente la piel, no había manera de calmarla». Desde Amnistía Animal se alerta de dos riesgos: que se piense en los peligros a los que se pueden enfrentar nuestros animales y que quien o quienes hicieran esto «son unos psicópatas», porque el gato estuvo vivo durante toda la tortura. «Hasta que no se endurezcan adecuadamente las leyes, las cosas no van a cambiar en este país», explica Cubillo, quien añade que no se trata de un caso aislado ni excepcional, «y eso debería alertar a las autoridades, porque detrás de estos actos sádicos asoman auténticas psicopatías y nada impide que mañana sean personas las que sufran los ataques». De hecho, Cubillo cuenta a este periódico que hay un estudio del FBI que relaciona a los asesinos con los que torturan animales. Según Robert K. Ressler, quien realiza perfiles de asesinos en serie para el FBI, «los asesinos empiezan muy a menudo matando y torturando animales cuando son menores». «Por ello las denuncias sobre animales deberían ser atendidas y analizadas con absoluta seriedad, con ello se evitarán muchas desgracias», opina Cubillo. En esta ocasión la investigación por parte del Seprona va viento en popa. Al saber que el gato maltratado era de la misma urbanización donde se produjo el maltrato, el círculo se reduce bastante. Los investigadores creen que se pudo tratar de un juego de rol, o para obtener las imágenes y colgarlas en «youtube» o en algún foro «snaff» - sus usuarios practican la violencia y la tortura-. «Por eso pedimos a la gente que participe; si alguien ve las imágenes por internet, que se ponga en contacto con nosotros».