Dónde vas Europa

¿Cuántas veces se ha suicidado Europa? Europa es una ristra de hermosos sueños y realidades sangrientas, salvada por una cultura que ha dado a la humanidad las cotas más altas en ciencias y artes. Y cuando tras dos grandes guerras civiles parecía haber aprendido finalmente la lección de la unidad y la concordia, vuelve a la división y al enfrentamiento. Como si no hubieran tenido bastante con las últimas guerras balcánicas, los europeos más poderosos se disponen a reconocer un nuevo país, olvidando que habían acordado en Helsinki no cambiar las fronteras sin general acuerdo. Un país, además, sin viabilidad económica, lo que les obligará a mantenerlo o a que sus habitantes se ganen la vida en la delincuencia. Un país con la enemiga de su principal vecino, que hará lo posible para ahogarle. Un país con una minoría enfrentada a muerte con la mayoría, lo que imposibilita su estabilidad interna. Un país que ni siquiera es nación, al no haber tenido revolución nacional, y por tanto tampoco puede ser Estado moderno. Un país, en fin, con más problemas que soluciones, cuya única argamasa es la etnia y la religión de la mayoría, factores poderosos, pero totalmente sobrepasados en el mundo de nuestros días, tendente a la pluralidad y al mestizaje. A Estados Unidos le conviene, por ofrecerle otra base frente a una Rusia que vuelve a armarse y un peón en su lucha contra el fundamentalismo islámico. Pero, ¿le conviene a Europa? Lo dudo. Rebrotarán allí las limpiezas étnicas y no quiero decirles nada si Serbia y Albania se ven arrastradas a la lucha. La única salida será una nueva división, separando a los que se odian. Pero si la Europa de los 27 se está mostrando bastante inmanejable, ¿se imaginan ustedes adónde puede llevarnos esa desintegración en cadena? Eso no sería la Europa de las Regiones, como quieren llamarla. Sería la Europa de las tribus. Y ya saben el deporte favorito de las tribus: luchar entre sí. De un salto habríamos retrocedido 21 siglos. ¿Exageración? También decían que no iba a pasar nada con el desmembramiento de Yugoslavia, y ya vieron lo que nos cayó encima.